domingo, 13 de julio de 2014

1977, Mundial sub'20: Todo comenzó en Túnez

Cuando en 1974 Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange llegó a la presidencia de la FIFA, el mundo (también el del deporte) estaba cambiando política y económicamente y el dirigente brasileño supo verlo mejor que nadie. Ya durante su campaña electoral el antiguo nadador olímpico había jugado con éxito la baza que suponía el poder convertirse en el primer presidente no europeo en la historia de la asociación, aglutinando en torno a su figura a muchas federaciones de países tradicionalmente alejados de los centros de poder (muchos de ellos porque su independencia era tan reciente que ni siquiera habían tenido tiempo de entrar en esos círculos). Y, una vez instalado en el sillón de Zúrich, Joao Havelange no tardó en cumplir las promesas realizadas a esas naciones que tan poco habían sido tenidas en cuenta anteriormente, ganándose su fidelidad para muchos años.
Con la ayuda de Horst Dassler, el dueño de Adidas (que había apoyado sin fisuras la candidatura para la reelección de Sir Stanley Rous pero que obviamente no tuvo mayor inconveniente en sumarse al proyecto de Havelange en cuanto el inglés fue derrotado), el brasileño puso en marcha ambiciosos programas de desarrollo futbolístico en países del Tercer Mundo, negoció la ampliación de plazas en los Mundiales para mejorar la representación continental y abrió definitivamente las puertas de la FIFA a las televisiones y casas comerciales, cuyo dinero debía sufragar todas esas inversiones y reformas impulsadas por el nuevo presidente. Coca-Cola fue una de las primeras y más importantes marcas en subirse a la nueva ola y, gracias a su inversión, Havelange pudo poner en marcha otro de sus grandes proyectos: la creación de un torneo mundial de selecciones juveniles, un auténtico campeonato del mundo a imagen y semejanza del absoluto, con unas reglas claras de periodicidad y límites de edad y abierto a la participación de todos los países del globo.
El único precedente de enfrentamientos oficiales entre selecciones juveniles de varios continentes databa de comienzos de los años 50, cuando la FIFA se encargaba de la organización del torneo juvenil europeo y, para las ediciones de 1953 y 1954, había invitado a Argentina. Por eso aquellos campeonatos pasaron a la historia (el de 1954 con victoria española, por cierto) como Mundiales, sin serlo realmente de acuerdo con los estándares actuales. Pero, a partir de 1955, la UEFA asumió la organización del torneo europeo y éste se cerró a participantes foráneos. En aquel tiempo, los elevados costes de traslados y alojamientos y la escasa repercusión mediática y económica de esos campeonatos intercontinentales juveniles hacían inviable su celebración. Sin embargo, veinte años más tarde, el mundo era otro… y la FIFA también.

Once titular de España, extraído del Informe Técnico Oficial
del Campeonato Mundial juvenil de Túnez 1977



Perfil de los españoles convocados (Fuente: Marca)