jueves, 21 de abril de 2011

1999, Europeo sub'16: El eslabón perdido

Debo comenzar esta entrada con una confesión: He mentido. Llevo año y medio haciéndolo. Y es algo que me reconcome. No sé si después de dos años (el último bastante rácano en posts), tendré muchos seguidores fieles, pero siento que los he engañado a todos ellos, a los que siguen ahí y a los que se cansaron de esperarme. Porque hace año y medio di por finalizado el repaso a los mayores éxitos de las categorías inferiores de la Selección Española desde el Mundial sub'20 de Nigeria 1999, asegurando que en esas numerosas entradas estaban todos y cada uno de los momentos más importantes de nuestras selecciones juveniles en esos últimos 10 años. Pero no era cierto, y lo peor de todo es que lo sabía. Que todos, lo que se dice todos, no estaban. De hecho, en esa cadena de éxitos faltaba uno de los primeros eslabones. El segundo, para más señas. Y por fin ha llegado la hora de recordar a una generación injustamente olvidada en estas páginas. Sirva esta entrada para, esta vez sí, cerrar el recorrido que va del Mundial sub'20 de Nigeria a la Eurocopa de Austria y Suiza y al Mundial de Sudáfrica.

Y hay que hacer justicia porque, además, en esos equipos campeones en 2008 y 2010 también hay una representación de este grupo sub'16 de 1999: nada menos que Pepe Reina, presente (y suplente) en ambas citas, acerca de quien sobra cualquier comentario que yo pueda hacer. Además, en esa convocatoria cadete de 1999 destaca otro gran jugador también formado en la cantera azulgrana, alguien que aprendió pronto a hacer las maletas y al que la vida le ha llevado, casualmente, a ser vecino y enemigo deportivo de Reina, y que ya debería haber tenido su oportunidad en la absoluta: Mikel Arteta. Pero también figuran en esa lista sub'16 otros futbolistas que han disfrutado de un paso más o menos largo y más o menos afortunado en el fútbol profesional. Así, vemos en la defensa a los entonces canteranos madridistas Rubén González y Enrique Corrales (ambos hoy en el Mallorca), a Mario Álvarez (central canario del Getafe que militó en el Valladolid y el Barça) y al lateral valenciano Diego Alegre (que pasó por Sporting, Ciudad de Murcia y Albacete, hoy en el Ontinyent); en el centro del campo aparecen Libero Parri (que jugó en el Valencia y en el Albacete, entre otros), Jonathan Aspas (la perla celtiña) y Nano Macedo (aquel extremo gallego que apareció fulgurantemente como sucesor de Rivaldo en el Barça y que sin embargo después no llegó a despuntar en Getafe, Atlético o Racing de Ferrol, y que ahora milita en el Numancia); y en la nómina de atacantes nos encontramos con Albert Crusat (criado en el Espanyol, hoy brilla en el Almería) y Jorge Perona (un clásico de las selecciones inferiores: formado en la cantera del Valencia y el Barça, pasó por el Lorca y hoy milita en el Oviedo).

Muchos nombres conocidos para casi todos, amén de otros que, como siempre ocurre en estas seleciones, se nos quedaron por el camino. Sin embargo, en este caso hay que reconocer que casi todos lograron dedicarse al fútbol, aunque fuera en categorías menores. Bernabé Ballester, Berna, jugaba en los juveniles del Real Madrid, pero una grave lesión cortó su trayectoria y le impidió, por ejemplo, acudir al Mundial sub'17 de ese mismo año. Luego regresó a Valencia para enrolarse en el Mestalla, donde protagonizó una curiosa anécdota como doble de acción de otro jugador que se coronó en ese memorable 1999, Carlos Marchena, y más tarde pasó por el Mouscron belga y el Alcoyano. Compañero de Berna en la Ciudad Deportiva blanca era Juan Carlos Duque, lateral que tras lograr el ascenso a Segunda con el Castilla fichó por el Zamora y que también ha pasado por Pontevedra y Poli Ejido. El jienense David Relaño, perteneciente al Betis, era el suplente de Reina, y aunque en 2004 llegó a debutar en Primera con el club verdiblanco, su carrera posterior le ha llevado por diversos clubes de 2ªB y Tercera como el Terrassa o el Baza, hasta recalar en la portería del Alcalá de Guadaira. Y del resto iremos hablando cuando toque, porque tuvieron algún momento de protagonismo durante el Europeo que hoy recordamos.

Pero vayamos ya al campeonato, y empecemos por el principio. La selección logró su clasificación para la fase final, a celebrar en la República Checa, en un triangular disputado en Malta en marzo de 1999, en el que arrasó a la débil selección local por 0-6 y venció con ciertos apuros a la siempre rocosa Escocia por 1-0. Como quedó dicho cuando recordamos los Europeos Sub'16 de 1997 y de 2001, la fase final de este campeonato se disputaba entonces con el mismo formato que la Eurocopa Absoluta, es decir, con 4 grupos de 4 componentes. España quedó encuadrada en el Grupo C con Croacia, Rusia y Polonia, y el destino, caprichoso él, hizo coincidir el debut en este Europeo con la inolvidable final del Mundial sub'20 de Nigeria. Ese mágico 24 de abril de 1999, a miles de kilómetros de Lagos, un joven Massimo Busacca fue el encargado de impartir justicia ante los croatas (entre los que se encontraba Darjo Srna como nombre más reconocible), mientras que el imberbe Arteta se ocupó de comandar la primera victoria hispana en el torneo, anotando el primer gol al cuarto de hora. Luego, con el partido agonizando, Jon Sancet Ezpeleta (delantero perteneciente a Osasuna) marcó el gol de la tranquilidad. El segundo partido, ante la Rusia de los gemelos Berezutsky, fue también complicado, y se resolvió gracias a un solitario tanto de Perona a los 3 minutos. La clasificación estaba asegurada y en el último duelo ante Polonia el equipo comandado por Santisteban y Ufarte se dio una alegría goleando por 3-0, tantos de Perona, Jonathan Aspas y Aitor Gómez Cifuentes (entonces perteneciente al Amorós madrileño y que ha desarrollado casi toda su carrera entre 2ªB y Tercera, pasando por clubes como el Talavera, Gandía, Balompédica Linense, Moralo o Torpedo 66), que fue quien abrió el marcador.

Sin sorpresas en los demás grupos, en los que Portugal, Inglaterra, Alemania y la República Checa pasaron ronda sin demasiados apuros, el campeonato llegó a su momento culminante. Y si en la primera fase España ya se había mostrado como un bloque sólido y brillante, en las eliminatorias dio lo mejor de sí. Primero se deshizo con facilidad de Israel, a la que goleó 5-1 (marcaron Parri, Perona, Diego Alegre y Nano, este en dos ocasiones), y luego llegó la exhibición en semifinales ante la Alemania de Hinkel y Hitzlsperger: un incontestable 4-0 que dejó bien claro quiénes eran los máximos favoritos a llevarse el trofeo. Arteta, con dos tantos, volvió a liderar al equipo en un brillante encuentro en el que también mojaron Perona y Diego Alegre. Con 15 goles anotados y sólo 1 recibido, nadie en Olomouc dudaba de que España se llevaría el título. Que el convencimiento fuera tan grande se debía en gran medida a que Polonia se había cargado en semifinales a la selección anfitriona, única que podría haber equilibrado la balanza del favoritismo. Sin embargo, la final no fue sencilla y durante muchos minutos los polacos maniataron a los nuestros, hasta que se desfondaron en la segunda parte. Perona, máximo goleador del campeonato, había adelantado a España, pero Grzelak puso el empate antes del descanso. Nada que no pudieran arreglar Arteta y compañía: primero un misil de Mario Álvarez y después un testarazo de Ernesto Gómez (otro canterano del Real Madrid, actualmente en Grecia) abrieron una brecha definitiva. Ya sobre la hora, Elías Molina (formado en el Atlético Madrileño, luego ha pasado por Numancia, Albacete o Cartagena, entre otros muchos equipos) se encargó de finiquitar la goleada a la salida de un córner. Dos semanas después de que Pablo Orbaiz levantara el primer Mundial para nuestras selecciones, la cantera española lograba su quinto título continental de la categoría sub'16, y de ahí en adelante ocurrió lo que ya todos conocemos. El engranaje que nos llevó a lo más alto en Sudáfrica se puso en marcha en Nigeria, pero también pasó por la República Checa cuando todavía estaba empezando a rodar. Queda dicho.


Epílogo.- Unos meses más tarde, este grupo (con el hoy sevillista Fernando Navarro como principal novedad) viajó a las antípodas para disputar el Mundial sub'17, un torneo que acabaría llevándose la Brasil del "emperador" Adriano y que vería la eclosión de un talentoso estadounidense de nombre Landon Donovan. Sin embargo, en Nueva Zelanda los nuestros no tuvieron suerte y se volvieron a casa a las primeras de cambio, incapaces de superar un grupo en el que figuraban Ghana, México y Thailandia. Otro borrón en nuestro torneo maldito, el único que todavía no hemos ganado y por el que deberemos seguir esperando al menos dos años más, puesto que la actual Sub'17 no logró clasificarse para la fase final del Europeo de este año y por tanto se perderá el Mundial de México. Una verdadera lástima para un grupo lleno de talento pero que se topó con una gran Inglaterra. Todo llegará, seguro.