viernes, 30 de octubre de 2009

Partido 2: Emiratos Árabes - España


1-3

La selección española sub'17 logró ayer tarde su clasificación matemática para los octavos de final del Mundial de la categoría al vencer a Emiratos Árabes por tres goles a uno en un partido que dominó claramente sin necesidad de pisar a fondo el acelerador pero que estuvo a punto de complicarse en la segunda parte. Afortunadamente el equipo supo reaccionar a tiempo y ahora podrá reservar energías en el intranscendente duelo ante Malaui del próximo domingo. Ginés Meléndez introdujo menos cambios de los esperados sobre el equipo que tantas fuerzas derrochó en el primer encuentro; de hecho, sólo Sergi Roberto y Blázquez eran novedad (en lugar de Edu Ramos y Dalmau), ya que Jordi Amat fue quien ocupó el puesto del expulsado Gómez ante Estados Unidos e Isco fue el sacrificado aquella tarde para recomponer el equipo. El partido arrancó por los cauces previstos, con España dominando por completo a una selección emiratí que esperaba paciente su oportunidad a la contra, y el primer gol no tardó demasiado en llegar: a los doce minutos Isco recibió un balón en tres cuartos de cancha y completó una magistral jugada individual en la que se fue de tres defensas y resolvió con un potente tiro elevado. La mejor manera posible de quitarse el mal sabor de boca que seguramente se le quedó al valencianista tras su fallido debut ante los norteamericanos. Los nuestros tocaban en corto, en largo, buscaban el dos contra uno en bandas e incluso probaban también al contragolpe, como en una cabalgada de Muniaín en la que la perla del Athletic puso un balón de gol a Sarabia que el madridista tardó en resolver, dando tiempo a que un defensor taponara su disparo. España mandaba con autoridad y encontró el segundo en una buena internada por la izquierda de Sarabia, que centró al área para que Isco volviera a hacer alarde su técnica al irse de dos defensas y servir el tanto en bandeja a Borja. Era el minuto 19 y todos los problemas que habíamos tenido en el comienzo del primer partido se habían convertido en una absoluta tranquilidad en este segundo. Sarabia hacía lo que quería por el carril izquierdo, Isco y Muniaín gozaban de una libertad de movimientos casi total y, como el rival seguía sin presionar demasiado, los minutos discurrían apaciblemente entre largas posesiones hispanas, aderezadas con algún acercamiento peligroso en cuanto se aumentaba un poco la velocidad del balón. Al filo de la media hora Emiratos Árabes comenzó a plasmar su impotencia con un par de aparatosas faltas que el colegiado alemán Wolfgang Stark supo parar a tiempo, y el encuentro regresó a su tranquilo discurrir. Un par de detalles de Muniaín, un disparo de Isco y la satisfacción de ver a Sarabia actuando igual de bien a banda cambiada fue todo lo que pudimos extraer de ahí al descanso. Eso y, por supuesto, la abrumadora sensación de dominio y superioridad que se mantuvo flotando en el ambiente durante toda la primera parte y que quedó perfectamente reflejada en el escandaloso 76% de posesión para España que mostraron las estadísticas oficiales tras este primer acto.

La segunda parte comenzó con los mismos protagonistas sobre el césped, ya que con el dato arriba mencionado sería excesivamente generoso por nuestra parte conceder tal calificativo al jugador emiratí sustituido en el descanso. El monólogo continuaba y a los tres minutos España gozó de dos buenas oportunidades, la primera un disparo de Borja tras una gran acción de Muniaín que el cancerbero árabe envió a córner y la segunda un barullo en el área provocado tras el saque de esquina y que nadie acertó a introducir en la meta rival. A los ocho minutos, un disparo tan potente como lejano de Alsaffar tuvo el honor de suponer la primera intervención de Edgar Badía, que atajó sin complicaciones, y evidenció un leve cambio en la actitud del combinado de Emiratos Árabes, que intentó buscar con algo más de interés el área española, aunque sin prodigarse demasiado. Cumplido el cuarto de hora y en vista de que el partido difícilmente se iba a escapar, Meléndez comenzó a mover el banquillo, dando entrada a Adriá Carmona por Iker Muniaín. Y por esas cosas del fútbol, cuando parecía que el duelo volvía a dormirse, Emiratos Árabes, que parece que no sabe hacer goles feos (no hay más que ver los dos que hicieron ante Malaui en la primera jornada), recortó distancias con un acrobático remate de Mohammad Sebil tras una preciosa combinación, y el choque se reactivó. España despertó de su letargo y Emiratos Árabes vio ante sí la oportunidad de igualar un encuentro al que hasta ese momento parecía que no habían acudido. Los nuestros volvieron a mover el balón con el objetivo del gol y no el de dejar pasar el tiempo y los emiratíes adelantaron ligeramente las líneas de presión, con lo que durante esos veinte minutos finales por fin vimos un partido de verdad. Se sucedían los acercamientos hispanos y los intentos de contra emiratíes, aunque a ambos equipos les faltaba calma para finalizar las jugadas. Edu Ramos sustituyó a Sarabia para dar más consistencia al centro del campo, y España siguió mandando en la posesión (73% al final del partido) aunque con la inquietud del resultado pesando como una losa sobre las piernas de los nuestros, que no eran capaces de cerrar el partido. Emiratos tuvo su mejor oportunidad en una lejana falta que lanzó Salim y se fue envenenando, obligando a Edgar a despejar a córner con ciertos apuros, mientras que España sí supo aprovechar su ocasión a balón parado: a falta de tres minutos Adriá Carmona botó con la zurda una falta cercana a la esquina derecha del ataque español, logrando superar al portero con su cerradísimo disparo y poniendo fin a las dudas. España se aseguraba el pase y ahora sólo necesita un empate ante Malaui para certificar su primera posición en el grupo, lo que supondría no moverse de Kano para disputar los octavos y tener un rival teóricamente más asequible en dicha ronda.

TODO sobre el partido en FIFA.com

martes, 27 de octubre de 2009

Partido 1: España - Estados Unidos


2-1

Arrancó el Mundial sub'17 para España y lo hizo con una trabajada victoria en un partido marcado por la inferioridad numérica hispana durante los 90 minutos y los apagones que se sucedieron durante la segunda parte y que hicieron que el duelo se prolongara más de lo normal. En el encuentro a priori más complicado del grupo, Meléndez salió con Badía en la puerta, Aurtenetxe y Dalmau en los laterales, Muniesa y Sergi Gómez en el centro de la zaga, y Koke de pivote defensivo. Y paro aquí porque ya no nos dio tiempo a comprobar las posiciones del resto de españoles (Sarabia, Edu Ramos, Muniaín, Borja e Isco), ya que desde luego que peor no pudo comenzar el partido. Cumplido el primer minuto, sin apenas tiempo para asentarse sobre el césped, un balón largo sorprendió a la zaga hispana y Sergi Gómez derribó clamorosamente al delantero estadounidense McInerney antes de que éste pudiera entrar en el área. Expulsión justa y un duro golpe que no vendría solo: la falta se botó sin consecuencias pero, apenas un minuto después, un saque de banda originó un centro al corazón del área que el propio McInerney, tras un aparente choque con Edgar Badía, introdujo en la meta hispana ante el asombro general, ya que por un instante la falta al portero pareció clara. Pero la repetición nos demostró que no hubo tal contacto y el gol subió al marcador con todas las de la ley. Meléndez no tardó en recomponer al equipo, dando entrada al defensa Jordi Amat por el punta Isco, y España se dispuso a remar contra la corriente. Tras unos primeros instantes de confusión, pronto nuestros chavales se hicieron con el control del balón y, pese a estar con un jugador menos, empezaron a llegar con peligro al área rival aprovechando su mayor velocidad. Borja avisó en el minuto en el minuto 15 tras una gran jugada de Sarabia por la izquierda y ya no perdonó en el 21, rematando a placer una gran combinación entre Muniaín y el propio Sarabia. Al filo de la media hora, un balón en largo de Badía dio origen al segundo gol español: Borja se deshizo de su par aprovechando bien su cuerpo, controló perfectamente y envió un medido pase al segundo palo por donde apareció Sarabia, que se fue de su defensor con el control y, casi sin ángulo, batió a Edwards con un gran disparo cruzado. La alegría estalló en el banquillo español ante la perfecta demostración de calidad y pundonor que estaban realizando sus compañeros sobre el rectángulo de juego. Aturdida por la furibunda reacción hispana y totalmente sobrepasada por las circunstancias, la selección estadounidense pasó a dominar el balón (que España le regaló gustosa tras el esfuerzo de la remontada) y volvió a  acercarse a la meta de Badía con jugadas a balón parado bien solventadas por la defensa española, antes de que el portero del Espanyol se luciera en un mano a mano ante el incisivo McInerney en una jugada que se repitió un minuto después en el área americana, también con victoria del guardameta sobre el delantero. Borja corría detrás de cada sombra y su presión solitaria se bastaba para poner en dificultades a la bisoña zaga estadounidense. Se llegó al descanso con esa ventaja para España y una sensación de superioridad, pese a estar con un jugador menos, que nos llenaba de alegría y orgullo, justo lo que pedíamos en la previa a estos jóvenes proyectos de estrellas.

El técnico colombiano Wilmer Cabrera introdujo dos cambios para tratar de revertir la situación, pero Estados Unidos acusó el principal defecto que suelen tener casi todas sus selecciones: la falta de ese futbolista distinto, que tenga esa capacidad para salirse del guión establecido que diferencia a los buenos jugadores de los excepcionales. En Estados Unidos todos cumplen pero nadie destaca, y ni siquiera encuentran en el bloque la solución a los partidos que se les complican. Ante esa circunstancia, la comparación que surgía cada vez que Edu Ramos, Sarabia, Muniaín o Borja agarraban la pelota era casi insultante. España seguía sin pasar apuros, y ni siquiera el tiempo muerto que provocó el apagón de una de las torretas de iluminación (algó que nos recordó a otro partido complicado de hace diez años) sirvió para que los norteamericanos despejasen sus ideas. Sus acciones de ataque morían siempre en los pies de algún defensor español, más rápido en la lectura de la jugada que los delanteros rivales en la ejecución. España se replegó, como había hecho al final de la primera parte, dejando arriba al recién incorporado Kevin Lacruz (sustituto de un exhausto Borja) con la idea de lanzar a las flechas Sarabia y Muniaín cuando el ariete lograra hacerse con una bola. Apenas un par de minutos después de la entrada del chaval del Zaragoza, Estados Unidos por fin mostró algo de calidad. Luis Gil se desembarazó de la presión de tres defensores españoles con un buen gesto técnico y sirvió un balón en profundidad para la llegada del recién incorporado Chavez, que se plantó solo ante Edgar Badía pero no pudo superar al meta espanyolista, que volvió a demostrar una gran frialdad. Tras esa clara ocasión, nuevos fallos eléctricos dilataron el choque, dando a España un respiro siempre bienvenido cuando se está en inferioridad y se comienza a pasar apuros. Con el juego otra vez en marcha Estados Unidos seguía controlando la posesión pero se veía incapaz de poner a prueba al portero español, y de hecho la ocasión más clara en este tramo del partido fue un remate al poste de Kevin Lacruz a cinco minutos para el 90, que no para el final, puesto que el alargue se fue nada menos que hasta los 14 minutos. Aunque los norteamericanos se volcaron, lo cierto es que apenas generaron ocasiones. Su ya comentada incapacidad para inventar y los nervios propios de quien ve cómo se le escapa un partido que tuvieron en la mano desde el primer minuto bastaron para que España, con una defensa impecable, frenara sin excesivos apuros las acometidas estadounidenses. Así se llegó al final, con el rival derrumbado sobre el césped y los nuestros celebrando por todo lo alto una victoria que sirve para encarrilar la clasificación a octavos y para dar un golpe de autoridad ante los ojos de todo el mundo. Ahora, casi sin tiempo para saborear el triunfo, toca pensar ya en el partido de pasado mañana ante Emiratos Árabes (19:00, Eurosport). Los emiratíes vencieron a Malaui en el otro partido del grupo, por lo que una nueva victoria española prácticamente nos aseguraría la primera plaza del grupo. Si con once jugadores los de Meléndez son capaces de jugar al mismo nivel que con diez, estos chicos pueden hacer algo grande.

TODO sobre el partido en FIFA.com

domingo, 25 de octubre de 2009

¡¡¡TODOS LOS GOLES DE ESPAÑA EN NIGERIA'99!!!

Reconozco que durante unos segundos he dudado sobre la conveniencia de publicar esta entrada justo hoy, 24 horas antes de que España debute en el Mundial sub'17, puesto que el desarrollo del campeonato que comenzó ayer mismo amenaza con enterrar esta joya en el fondo del blog, pero como digo han sido sólo unos pocos segundos. La relevancia del documento y la emoción de su inesperado descubrimiento han podido más y aquí está: el especial que el desaparecido espacio deportivo "Estadio 2" dedicó en su momento a la consecución del Mundial sub'20 de 1999 por parte de la selección española (acontecimiento cuyo décimo aniversario motivó la creación de este blog y que podeis revivir en las entradas de abril y principios de mayo). Un cuarto de hora para la nostalgia con todos los goles de España con la narración original de Paco Grande, en dos vídeos subidos a Youtube hace apenas unos días por un tal VictorPepitoGrillo al que desde hoy tendré siempre en mis oraciones. Como diría el maestro Ramón Trecet,

DIS-FRU-TAD

Parte 1

Parte 2



09/08/2010 - Actualización .- Por lo visto, hace ya unos meses que los vídeos fueron suprimidos de Youtube, no sé si por la FIFA, por TVE o por el propio usuario. Una lástima.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Nigeria 2009: Regreso al futuro

No es que la saga protagonizada por Michael J. Fox forme precisamente parte de mi colección de películas preferidas, pero reconozco que la ocasión me ha hecho caer en el fácil recurso de titular así una entrada que gira en torno a la presencia de una selección española en tierras nigerianas. El futuro de nuestro fútbol viaja a uno de los lugares míticos de su pasado, y si en la película Marty McFly debía evitar que su imagen desapareciera de una ajada fotografía, los de Meléndez deberán intentar que el mundo no olvide que España es también una potencia del fútbol base. En otras palabras, diez años después de que la sub'20 lograra en Lagos el único mundial para nuestro fútbol-once, la sub'17 tiene ante sí la oportunidad (y el deber) de volver a colocar el nombre de España en la cima del panorama balompédico. Y, como para cualquier protagonista de cualquier película, cumplir con su misión no será tarea fácil.

Porque los enemigos a los que deberá enfrentarse son de cuidado. Para empezar, el propio escenario es en sí mismo un factor que puede convertirse en decisivo. Ya en el Mundial sub'20 de 1999 surgieron dudas sobre la capacidad nigeriana para organizar un evento de este nivel, y aunque no se produjeron incidentes de gravedad lo cierto es que los problemas de seguridad y de transporte, el miedo a enfermedades e infecciones y alguna deficiencia organizativa afectaron al torneo de manera significativa, puesto que más de una selección estuvo más pendiente de estos factores externos que del propio juego. Diez años más tarde parece que las cosas no han mejorado mucho en Nigeria, y hasta la FIFA tuvo que dar un severo toque de atención a las autoridades a pocos meses del campeonato para que aceleraran la finalización de las infraestructuras y mejoraran las medidas de seguridad. España tendrá poco más de tres días para aclimatarse a la realidad del país africano, puesto que la expedición hispana viajará el día 22 a Nigeria y debutará el 26 en Kano (y en césped artificial) ante Estados Unidos. Con los norteamericanos podemos empezar a repasar el elenco de enemigos de esta película que se estrena a finales de semana (desgraciadamente no en todas las pantallas). La norteamericana se trata de la única selección que ha estado presente en las doce ediciones del Mundial sub'17 disputadas hasta la fecha, aunque casi siempre interpretando papeles de reparto: sólo en Nueva Zelanda 1999, y liderados por un imberbe Landon Donovan, lograron un resultado relevante, la cuarta posición. Esta nueva generación llega a Nigeria con la vitola de ser nuevamente la mejor de la CONCACAF, aunque no puedan certificarlo con un título, y es que la fase final del torneo sub'17 de aquella zona que se estaba disputando en Tijuana fue suspendida por el brote de gripe A en el país azteca. El técnico colombiano Wilmer Cabrera no podrá contar con algunos de sus mejores hombres que ya juegan en los juveniles de varios clubes alemanes y británicos (como el centrocampista Sebastian Lletget, del West Ham) y no han sido liberados. Un rival mermado pero siempre incómodo para abrir boca antes de enfrentarnos a Emiratos Árabes y Malaui, en principio dos "extras" sin frase para los que estar en el Mundial es toda una hazaña y ante los que España no debería tener demasiados problemas para imponer su juego. Los emiratíes, siempre competitivos, dieron la sorpresa del campeonato asiático al derrotar a Australia en cuartos de final, ganándose así un billete que parecía reservado a los aussies; por su parte, Malaui obtuvo su plaza de rebote: Níger, que había sido primera en su grupo, quedó descalificada del torneo sub'17 de África después de que prosperase una queja de la eliminada Zimbabwe por alineación indebida de un jugador mayor de edad, y fue Malaui quien accedió a semifinales, garantizándose de paso un hueco en la cita nigeriana. Este caso motivó la decisión de la FIFA de instaurar mayores controles para determinar la edad real de los jugadores participantes en el Mundial, y no tardaron en llegar las consecuencias: hasta quince jugadores de la selección nigeriana fueron expulsados por superar la edad permitida, confirmando en parte las sospechas que desde hace años levantan muchos equipos africanos de estas categorías.

Aún así, Nigeria será uno de los principales candidatos al título. En ese papel de protagonista también encajan Brasil y Argentina, que realizaron un gran torneo sudamericano de la mano de sus estrellas Coutinho y Sebastián González, y por supuesto Alemania y Holanda, campeona y subcampeona europeas y que cuentan con equipos de mucha calidad en los que podemos destacar nombres como los de los alemanes Christopher Butchmann y Lennart Thy o el del holandés Luc Castaignos, auténtica figura del Europeo de este año. No tendremos que esperar mucho para ver auténticos duelos en la cumbre ya que el caprichoso azar nos ha deparado un grupo con Alemania, Argentina y Nigeria que podría dejar a una de las favoritas fuera de la carrera por el título a las primeras de cambio. Un escalón por debajo nos encontraríamos a selecciones como Gambia o Irán, sorprendentes campeones continentales, más Colombia, Turquía y alguna otra que puede dar más de un susto, como México, Corea del Sur o Italia. En este grupeto de secundarios de lujo podríamos encajar a una España que realizó un mediocre torneo europeo (cayó en la primera fase tras empatar sin goles sus tres partidos) pero que mostró tener potencial para mucho más.

Pero estos no serán los únicos rivales de la selección española. En las películas de aventuras los guionistas suelen presentarnos a un protagonista sumido en profundos dilemas internos a los que debe sobreponerse para enfrentarse a una misión que, por su propia dificultad y esas circunstancias personales, se antoja casi imposible de cumplir con éxito. Y cuando lo logra, se da cuenta de que no sólo ha sido capaz de vencer a sus enemigos externos, sino también a sus propios fantasmas internos. Aplicándolo al guión que nos ocupa, los componentes de la selección sub'17 habrán de luchar también contra la pesada atmósfera de negatividad que los resultados de este último año y medio han ido dejando en torno a nuestras selecciones inferiores. Ya no somos ni los más guapos ni los más fuertes, y nuestra camiseta ha dejado de ser símbolo de éxito para convertirse en una más de las muchas que no llegan a verse en las rondas definitivas de los grandes torneos. La confianza en el trabajo de los responsables técnicos ha ido menguando hasta límites casi intolerables y una nueva decepción dejaría a todos ellos a los pies de los caballos, prácticamente despojados de razones para defender su trabajo. Incluso Fernando Hierro, aunque sigue respaldando a sus subordinados, ha dejado entrever en sus últimas declaraciones que la situación comienza a preocuparle seriamente y que estaría dispuesto a aceptar consejos. El caso es que los rivales empiezan a tratar a España sin el miedo de antaño y la prensa y los aficionados esperamos con una rara mezcla de optimismo y desconfianza cada nueva cita: creemos tener buenos futbolistas, pero ya no tenemos claro si realmente son tan buenos como queremos creer; no sabemos si los entrenadores serán capaces de sacar lo mejor de sus jugadores; y, lo que es peor, dudamos sobre si no será que los propios chavales ya no creen en su talento y capacidad. Díficil punto de partida para calibrar las posibilidades reales de nuestra selección. Así que deberemos ir paso a paso, reforzando nuestra autoestima a cada partido, con actuaciones que vayan aumentando nuestra confianza hasta colocarnos nuevamente en lo más alto. Para lograrlo, el reparto elegido por Ginés Meléndez está cerrado, y es el siguiente:

Núm. - Nombre - Nacimiento - Posición - Club
-----------------------------------------------------------------------
1.- EDGAR BADÍA Guardiola - 12/02/1992 - AR - R.C.D. Espanyol

2.- Albert BLÁZQUEZ Robles - 21/01/1992 - DF - R.C.D. Espanyol
3.- Jon AURTENETXE Borde - 03/01/1992 - DF - Athletic Club
4.- Sergi GÓMEZ Sola - 28/03/1992 - DF - F.C. Barcelona
5.- Marc MUNIESA Martínez - 27/03/1992 - DF - F.C. Barcelona
6.- "KOKE" Resurrección Merodio - 08/01/1992 - MC - Atlético de Madrid
7.- Iker MUNIAÍN Goñi - 19/12/1992 - DL - Athletic Club
8.- EDU RAMOS Gómez- 17/02/1992 - MC - Málaga C.F.
9.- BORJA González Tomás - 25/08/1992 - DL - Atlético de Madrid
10.- Francisco R. Alarcón Suárez "ISCO" - 21/04/1992 - DL - Valencia C.F.
11.- Adriá CARMONA Pérez - 08/02/1992 - MC - F.C. Barcelona
12.- Álvaro MORATA Martín - 23/10/1992 - DL - Real Madrid C.F.
13.- Julen CELAYA Álvaro - 25/01/1992 - AR - Real Sociedad
14.- JORDI AMAT Maas - 21/03/1992 - DF - R.C.D. Espanyol
15.- Javier ESPINOSA González - 19/09/1992 - MC - F.C. Barcelona
16.- Mohamed KAMAL Abdeselam - 09/03/1992 - MC - Real Madrid C.F.
17.- Pablo SARABIA García - 11/05/1992 - MC - Real Madrid C.F.
18.- SERGIO ROBERTO Carnicer - 07/02/1992 - MC - F.C. Barcelona
19.- KEVIN LACRUZ Coscolín - 13/02/1992 - MC - Real Zaragoza
20.- Albert DALMAU Martínez - 16/03/1992 - DF - F.C. Barcelona
21.- YERAY Gómez Ferragut - 10/01/1992 - AR - R.C.D. Mallorca

En condiciones normales, con Marc Muniesa, Pablo Sarabia o Iker Muniaín, por citar a algunos de sus miembros con más tablas, esta compañía debería ser candidata a los máximos galardones. Pero dadas las circusntancias actuales, estos actores noveles deben lograr algo casi imposible: deben creer en sí mismos, ser conscientes del papel que representan y, como los grandes de la escena, hacernos creer a todos para ayudarnos a alcanzar esa mágica catársis que tanto necesitamos. Quizá regresar a nuestro Hollywood particular, donde se rodaron algunas de las escenas más memorables de nuestras selecciones inferiores, y seguir los pasos de aquel equipo revelación de 1999 sea lo que necesitamos para reencontrar la senda del estrellato. Luces, cámara...

martes, 13 de octubre de 2009

1997, Mundial sub'17: Érase una vez en Egipto

Mientras el Mundial sub'20, ya sin España, entra en su fase decisiva, y a sólo un par de semanas del arranque del Mundial sub'17 en Nigeria, última oportunidad para nuestras selecciones y sus responsables de enderezar el nefasto año que se acerca a su fin, este parece un buen momento para evocar un campeonato que, cosas de la vida, nos sirve para enlazar ambos torneos. Porque si al menos hasta este año la selección española guardaba un grato recuerdo de la tierra de los Faraones era en buena medida gracias al Mundial sub'17 de 1997, que nos dejó muchos detalles para la historia de nuestras categorías inferiores. Con este campeonato iniciamos además el repaso a otros torneos disputados anteriormente al Mundial sub'20 de Nigeria y que por tanto no habían tenido cabida en entradas precedentes, enfocadas a dibujar el camino seguido por nuestro fútbol base desde aquel éxito hasta la consecución de la pasada Eurocopa. Ya adelanto, poniéndome la venda antes que la herida, que no será fácil obtener tantos detalles de esos torneos como de los más recientes, y que también por eso la periodicidad de este tipo de entradas será más espaciada en el tiempo, pero espero poder dar una imagen lo más amplia posible de aquellas citas que ya pocos recuerdan.

Pongámonos en situación. Es el 2 de septiembre de 1997. Mientras medio mundo llora la muerte de Diana de Gales y Joao Havelange apura sus días al frente de la FIFA, la selección española sub'17 que dirige Juan Santisteban llega a Ismailia dispuesta a todo. Lo hace como campeona de Europa de la categoría tras haber derrotado en la final a Austria en la tanda de penaltis y con una notable actuación del benjamín del equipo, el guardameta Iker Casillas, pero la diferente normativa de edad hace que el cuadro español no sea el mismo que se proclamó campeón en Austria (hay hasta 6 jugadores nuevos por ese motivo). Aunque de puertas hacia afuera para el técnico sevillano el objetivo es resarcirse en Egipto de la mala imagen dejada en el anterior Mundial de la categoría (Ecuador 1995, donde no se superó la fase de grupos), sin duda también quiere lograr un título que ya acarició en Italia 1991, cuando Ghana nos superó por 1-0 en la final. El equipo seleccionado definitivamente por Santisteban es este:

Núm. - Nombre - Nacimiento -Posición - Club
--------------------------------------------------------------------
1.- Iker CASILLAS Fernández - 20/05/1981 - AR - Real Madrid C.F.
2.- SERGIO SANTAMARÍA González - 16/07/1980 - DL - F.C. Barcelona
3.- Zuhaitz GURRUTXAGA Loiola - 23/11/1980 - DF - Real Sociedad
4.- ANDER Aranzeta Lucena - 27/08/1980 - DF - Real Sociedad
5.- Juan José CAMACHO Barnola - 02/08/1980 - MC - Real Zaragoza
6.- Miguel Ángel García CORONA - 12/02/1981 - MC - Real Madrid C.F.
7.- IVÁN LÓPEZ Aguado - 03/12/1980 - DL - Valencia C.F.
8.- Fco. David SOUSA Franquelo - 03/02/1980 - MC - Real Madrid C.F.
9.- Manuel Guillén Martínez "NELO" - 20/02/1981 - MC -Valencia C.F.
10.- DAVID Rodríguez-Fraile Huete - 24/10/1980 - DL - Real Madrid C.F.
11.- Miguel MATEOS Rego - 17/10/1980 - MC - Real Madrid C.F.
12.- Juan BLAS Muriel - 10/09/1980 - DF - U.E. Lleida
13.- DANI ROIZ Múgica - 24/06/1980 - AR - Racing de Santander
14.- IVÁN SÁNCHEZ Zurita - 07/08/1980 - DF - Real Zaragoza
15.- IVÁN ROYO Lahuerta - 05/08/1980 - DL - Real Zaragoza
16.- CÉSAR González NAVAS - 14/02/1980 - DF - Real Madrid C.F.
17.- XAVI Hernández Creus - 25/01/1980 - MC - F.C. Barcelona
18.- Francisco GALLARDO León - 13/01/1980 - MC - Sevilla F.C.

Seguro que ya habréis reconocido a más de uno, ¿verdad?. Aparte de los Iker Casillas o Xavi Hernández, los únicos de este grupo que terminarían ganando el Mundial sub'20 de un par de años más tarde, hay otro puñado de jugadores que han acabado haciendo carrera en el complicado mundo del fútbol, algunos con más fortuna que otros, eso sí. Tras salir de la cantera madridista, David Sousa, César Navas o Corona han sido habituales en varias plantillas de Primera División durante los últimos años (Navas incluso se ha ganado un buen contrato en el actual campeón de la económicamente potente liga rusa, el Rubin Kazan); Paco Gallardo vivió sus mejores momentos en el Sevilla de Joaquín Caparrós, aquel conjunto aguerrido y descarado que precedió al equipo campeón que hoy todavía disfrutan en Nervión; y Sergio Santamaría tuvo un efímero paso por el primer equipo blaugrana en la era Van Gaal antes de perderse para siempre en un rosario de cesiones y oportunidades malgastadas. El resto no llegó a despuntar al más alto nivel e incluso alguno se vio obligado a retirarse prematuramente, también con distinta fortuna. Pero habrá tiempo para esas otras historias.

De momento volvamos al torneo en sí. Junto a selecciones clásicas como Brasil, Argentina, Ghana o Alemania nos encontramos países como Omán o Tailandia, a los que hoy sorprende ver pero que por aquel entonces eran habituales en estas citas. En la fase de grupos España debe enfrentarse a las selecciones de México, Mali y Nueva Zelanda. Santisteban apuesta por un sistema hoy prácticamente descatalogado de todos los manuales tácticos, un 3-5-2 formado habitualmente por Casillas en portería, César Navas como hombre libre, Blas y Ander como marcadores, Sousa e Iván Sánchez como carrileros, Camacho y Corona en el centro de la cancha, Xavi de enganche y arriba una dupla formada por Sergio Santamaría y David Rodríguez-Fraile (en la imagen), una pareja que está a punto de escribir una de las páginas más asombrosas de la historia de nuestras selecciones inferiores. El debut ante México parece quedar visto para sentencia en la primera parte, pues al descanso se llega con clara ventaja hispana en el juego y en el marcador gracias a los goles de David y Miguel Mateos, mediocentro creativo que fue de la partida en este primer choque. Pero en la segunda parte dos goles aztecas en un aciago minuto premian el mayor atrevimiento mexicano; afortunadamente, David, el jugador más destacado del encuentro, fuerza y transforma un penalti a cinco minutos del final para darnos los tres primeros puntos. Contra Mali está en juego el pase a cuartos de final (recordemos que hasta 2007 el Mundial sub'17 lo disputan sólo 16 equipos), y es nuevamente David el encargado de sacarnos las castañas del fuego en los últimos instantes, al aprovechar un gran pase de Xavi. Los africanos, entre los que se encuentran ya Seydou Keita y Mahamadou Diarra, dominan completamente el partido gracias a su superioridad física pero se van de vacío ante una España más ordenada y con mayor calidad individual. El partido contra Nueva Zelanda, que ya ha sido ampliamente goleada por mexicanos y malíes, se presta para dar minutos a los menos habituales, y eso hace Santisteban. Lo que nadie espera aquel 11 de septiembre es que estos chavales logren la que todavía hoy es la mayor goleada en la historia de los campeonatos mundiales juveniles. Cuatro nuevos tantos de David, dos goles de Iván Sánchez, dos más de Mateos y uno por barba para Sergio, Iván Royo, Ander, Corona e Iván López completan el sonrojante resultado de 13-0 que coloca a España a la cabeza en las apuestas para el título.

Pero el camino no va a ser fácil, y se inicia nada menos que ante el anfitrión, Egipto. Una auténtica prueba de fuego para nuestros chavales que sin embargo saben manejarse a la perfección en un ambiente hostil y dominan el encuentro casi por completo, con una figura emergiendo destacada sobre el resto: Sergio Santamaría (en la imagen). El malagueño ya había mostrado su calidad en la primera fase pero la explosión goleadora de David le había restado protagonismo; sin embargo, en las eliminatorias su juego va a ir a más y acabará siendo nuestro jugador más desequilibrante. Él abre el marcador ante los egipcios poco antes de la media hora, aunque los anfitriones reaccionan rápido y empatan en menos de cinco minutos. Pero España sigue mandando y ya en la segunda parte Juanjo Camacho consigue deshacer la igualada, marcando un gol que vale unas semifinales. Allí espera Ghana, una selección temible que busca revalidar el título conseguido dos años antes. Técnica y sobre todo físicamente superiores, los africanos encierran a una España que sobrevive agarrada a las intervenciones milagrosas de Casillas. En una jugada de estrategia Sousa marca y nos hace creer en lo imposible, pero en la segunda parte Ghana nos devuelve a la realidad con dos goles y otro amplio abanico de oportunidades que sirven para dejar a los africanos en la final y para que Casillas sea nombrado mejor jugador del partido. España cae con la cabeza alta ante su bestia negra, pero todavía le queda por disputar un encuentro por el tercer puesto en el que está en juego la hegemonía europea. La Alemania que comandan dos Sebastian, Khel y Deisler, ha sido derrotada contundentemente por la Brasil de un tal Ronaldinho y busca la revancha del Europeo, del que fue apeada en semifinales por los de Santisteban; pero España vuelve a demostrar que es la mejor selección del continente y se alza con la victoria por 2-1, gracias a los goles del capitán Ander y de Sousa, que transforma el penalti de la victoria a falta de cinco minutos para el final.

Tercera plaza final en un campeonato que viaja por primera vez a Brasil, ya que la canarinha derrota a Ghana por 2-1 vengándose de la final de Ecuador, donde cayeron ante los africanos. Pero España ha causado sensación y copa los premios individuales. Con los 7 tantos logrados en la primera fase, David Rodríguez-Fraile se lleva a casa la Bota de Oro como máximo goleador, mientras que su compañero de ataque Sergio Santamaría es proclamado Mejor Jugador del Campeonato. Además, Iker Casillas es designado mejor portero. A Iker no vamos a descubrirle ahora, pero ¿qué ha sido de esos dos delanteros que tan alto apuntaban? Sergio Santamaría, como comentamos anteriormente, siguió su formación en la Masía, llegando a debutar en el primer equipo a las órdenes de Louis Van Gaal a finales de la temporada 1999-2000. Después iría cedido al Oviedo y al Elche, permanecería algún año en el filial blaugrana (contando con oportunidades esporádicas en el primer equipo) y comenzaría su inexorable declive pasando por Alavés, Albacete, Sant Andreu, C.D. Logroñés, Alzira y Antequera, club por el que ha fichado esta misma temporada. El caso de David Rodríguez-Fraile es algo distinto, también porque toda su vida es algo más atípica. Nacido en Boston en el seno de una familia dedicada al ámbito empresarial y financiero, su carrera como futbolista quedó truncada por las lesiones en la temporada 2000-2001 cuando militaba en el Real Madrid C y, tras no recuperarse al 100%, decidió dar un giro a su vida: regresó a Estados Unidos, estudió un Máster en Administración de Empresas en Harvard y hoy está asentado en Nueva York, donde trabaja en una prestigiosa compañía de inversiones. Otros compañeros también tuvieron problemas con las lesiones que frenaron su progresión: el mejor ejemplo es el de Miguel Mateos, un lucense que en 1997 pertenecía al Real Madrid aunque era culé hasta la médula. Este talentoso centrocampista cumplió su sueño al fichar un año después por el F.C. Barcelona, pero los problemas físicos le impidieron dar el salto al profesionalismo. Tras deambular por varios equipos regresó a su tierra y ha compaginado el fútbol más modesto (Compostela B, Lemos, Foz, Xove Lago) con su trabajo en la empresa encargada del servicio de limpieza de su ciudad natal. Ahora le gustaría dedicarse a entrenar y usar su experiencia para dar a los jóvenes de hoy los consejos que a él nadie le supo dar sobre lo efímero del éxito. Quien seguro que ya lo hace casi a diario es Juanjo Camacho, pues también tiene experiencia (del filial del Zaragoza al del Real Madrid, pasando por Recreativo, el Livingston escocés, Lleida, Vecindario, Huesca e incluso una poco fructífera campaña a las órdenes de Víctor Muñoz en el primer equipo zaragocista) y, sobre todo, alguien cercano a quien transmitírsela: su hermano Ignacio Camacho, mediocentro del Atlético de Madrid y también miembro de una generación que destacó en categoría sub'17. Esperemos que la suya tenga más oportunidades de triunfar que esta del 80 a la que hoy rendimos este merecido homenaje.


lunes, 5 de octubre de 2009

Octavos de final: España - Italia

1-3

Italia ha puesto fin a las esperanzas españolas de reeditar viejos laureles en el Mundial sub'20 de Egipto al imponerse por 3-1 en el primer partido de octavos de final. La selección italiana ha aprovechado mejor sus ocasiones y se ha visto favorecida por la expulsión de Botía en el minuto 28, una acción que sin duda ha marcado el partido y lo ha puesto de cara para una Italia que, visto lo visto, ha alcanzado más premio de lo que como equipo parece merecer. Antes del comienzo, España se presentaba como clara favorita a llevarse el duelo: había ganado sus tres partidos de la primera fase (única selección en conseguirlo), mantenía imbatida su portería y, pese a que no había alcanzado todavía un nivel de juego acorde a lo esperado, su rival había dejado aún más dudas. Privada de varios de sus mejores jugadores, Italia había sufrido para clasificarse en el grupo A: un empate a cero ante Paraguay en un partido igualado pero en el que las ocasiones más claras fueron para los sudamericanos, una sufrida victoria por 2-1 ante Trinidad y Tobago y una clara derrota por 4-2 ante Egipto en la última jornada reflejaban perfectamente el nivel de un equipo que no acababa de mostrarse sólido atrás, cometía errores garrafales en casi todos los partidos y tenía bastantes problemas a la hora de crear juego. Ante un equipo que presumiblemente buscaría replegarse y entregar la pelota a España, Milla dio la alternativa en el once a Oriol Romeu, que había dejado buenas sensaciones en el partido frente a Venezuela, en el puesto de Marcos Gullón. Pero ya desde el comienzo se vio que el cambio no iba a solucionar el principal problema que ha venido padeciendo España durante todo el campeonato, y que era la escasa participación en el juego de Parejo y Fran Mérida, los dos hombres destinados a llevar el peso del ataque hispano y que sin embargo apenas han tenido continuidad en sus acciones. Pese a que para España era el cuarto partido sobre la moqueta del estadio Al Salam, fue Italia quien pareció mejor adaptada desde el primer miunto a la hierba sintética y con una intensa presión en campo rival comenzó a llegar con peligro a la meta de Asenjo. Mattia Mustacchio, que acabaría siendo nuestro verdugo en la segunda parte, ya era entonces el jugador más activo, entrando una y otra vez por banda izquierda. En los primeros diez minutos, una acción suya y un disparo desde el borde del área de Sciacca que salió cerca del poste evidenciaron que habría que sudar mucho para doblegar al cuadro transalpino. Por parte española, sólo Aarón y Jordi Alba intentaban crear algo en ataque, aunque con poca fortuna. Mientras tanto, Italia continuaba obteniendo réditos de su presión y así a los 28 minutos, tras la enésima pérdida española, Botía llegó tarde al cruce y cazó a Andrea Mazzarani. El colegiado argentino Héctor Baldassi no dudó y mostró la cartulina roja al central del Sporting, quizá de manera algo rigurosa. España tuvo que recomponer filas, retrasando a Oriol para colocarlo de central junto al zaragocista Laguardia y formando un doble pivote con Mérida y Parejo. El del Getafe tomó la iniciativa organizadora y comenzó a entrar más en juego, pero el equipo no le acompañaba e Italia se sentía muy cómoda ante la escasa presencia ofensiva de Nsue. Pese a estar con un hombre más no intentó dominar el juego, sino que se mantuvo en su papel de contención, esperando una nueva pérdida de España para lanzar el contragolpe.

En el descanso Milla movió ficha y sustituyó a un desafortunado Jordi Alba por Ander Herrera, que tapó un poco las incursiones del lateral zurdo Mazzotta y aportó algo más de lucidez al juego español, como ha hecho en todas sus apariciones en este Mundial. España se hizo con el control del esférico pero Italia no se sentía ni mucho menos incómoda, y dio un zarpazo letal a los diez minutos. Después de un buen trabajo de presión recuperó el balón en el centro del campo y en apenas dos toques Mazzarani le dejó el balón franco a Mustacchio, que bordeaba el fuera de juego. El extremo golpeó casi con el tobillo y consiguió cruzar el balón ante la tardía salida de Asenjo, subiendo el primer gol al marcador. La reacción no se hizo esperar, y casi en la jugada siguiente Aarón se revolvió bien en banda izquierda, avanzó en diagonal y soltó un derechazo que se estrelló en el larguero tras haberlo rozado el meta Fiorillo. Luego Nsue remató alto un buen centro del propio Aarón, y cuando parecía que el empate se acercaba llegó el segundo mazazo. Los nervios y la falta de compenetración entre la inédita pareja de centrales que habían asomado en la jugada del primer gol quedaron evidenciados cinco minutos después, cuando un balón largo sin aparente peligro pasó por encima de Oriol, Laguardia se comió el bote y ni Azpilicueta ni Asenjo estuvieron atentos para quitarle la bola a un Mazzarani que no desaprovechó el regalo y batió desde dentro del área pequeña la meta española. El partido se ponía tremendamente cuesta arriba y parecía que sólo un milagro podía permitir a España acceder a los cuartos de final. Sin embargo, lejos de rendirse el equipo de Milla tiró de orgullo e hilvanó varios minutos de dominio y buen juego, durante los que era difícil saber qué selección contaba con un efectivo menos sobre el campo. Así, tras una buena jugada de ataque, Ander Herrera le robó la cartera al central Albertazzi, que no tuvo más remedio que agarrarle del pantalón. Penalti claro que Aarón Ñíguez transformó con mucha sangre fría, la misma que demostró Fran Mérida ante Nigeria, al lanzar también a lo Panenka. La inercia era positiva y con casi media hora por delante el empate parecía más que posible. Milla se la jugó retirando a un desaparecido (y amonestado) Mérida para dar entrada a Kike, con el que ganamos presencia en ataque pero perdimos fuerza en el centro del campo, convirtiendo el choque en un partido de ida y vuelta en el que la balanza acabaría decantándose del lado italiano. Durante esos minutos de toma y daca Asenjo salvó los muebles en un par de ocasiones, desviando un remate de Mustacchio y cortando providencialmente una contra del incisivo jugador transalpino, además de ver en primera fila como un remate cruzado de Mazzotta golpeaba el poste y se perdía lejos de las redes. España acusaba el cansancio y pedía a gritos un tercer cambio que inexplicablemente no llegó nunca, pero incluso asfixiada pudo haber cambiado el signo del partido en el minuto 85, cuando Aarón, sin duda el jugador más entonado de los nuestros, fue derribado en el área por Bruscagin. El jugador del Celta tomó la responsabilidad de lanzar su segundo penalti de la tarde pero lamentablemente Fiorillo adivinó su intención y rechazó su disparo raso. despejando también los nubarrones que se cernían sobre el cielo azzurro. Apenas dos minutos después, el incansable Mustacchio se escapó por velocidad y con un zurdazo cruzado terminó de enterrar nuestras ilusiones bajo la arena de Egipto.

TODO sobre el partido en FIFA.com

viernes, 2 de octubre de 2009

Partido 3: Venezuela - España

0-3

España completó ayer su impoluta andadura en la fase de grupos del Mundial sub'20 con una cómoda victoria ante Venezuela por 3-0. Como era previsible, Milla introdujo varios cambios con respecto al equipo que había disputado los dos primeros encuentros, dando descanso a varios de los jugadores apercibidos de suspensión para que pasaran limpios a las eliminatorias y también a aquellos que más minutos llevaban en las piernas. Así, Fran Mérida, Cote, Botía, Jordi Alba, Marcos Gullón y Nsue dejaron su sitio a Ander Herrera, Domínguez, Dídac, De Marcos, Oriol Romeu y Kike, respectivamente. Del mismo modo, la selección de Venezuela, para quien este Mundial es prácticamente una cuestión de Estado, salió con algunas novedades en su once aunque dispuesta a rematar su brillante clasificación para octavos con una victoria ante España, algo que siempre luce y aumenta el prestigio de cualquier equipo. Sin embargo la diferencia teórica que ya de por sí existe entre los dos equipos titulares no hizo sino aumentar con los menos habituales sobre el césped artificial del estadio Al Salem, y desde el primer momento España se hizo con el control del balón de la mano de un Parejo que, bien situado en la zona de media punta, por fin hizo acto de presencia en este campeonato. Los primeros minutos fueron de acoso hispano y, tras varios acercamientos peligrosos a la meta venezolana protagonizados por el incisivo Aarón, en el minuto 12 Parejo lanzó magistralmente una falta desde la frontal del área que se coló imparable en el arco de Romo, que se quedó con el molde. El tempranero gol sirvió para aumentar la confianza del cuadro español, que guiado por la buena labor de Parejo y Ander Herrera dominó a sus anchas la primera mitad. Venezuela no era capaz de armar su ataque y sufría mucho sin balón, con lo que el segundo tanto parecía cuestión de tiempo. Y efectivamente acabó llegando en el minuto 25, cuando tras una buena jugada combinativa del equipo español De Marcos centró desde la derecha y Parejo fue derribado cuando saltaba buscando el remate. Penalti que Aarón lanzó con tranquilidad (y por duplicado), engañando al portero sudamericano en el segundo remate y anotando así su tercer gol en el campeonato. A partir de ese momento España bajó un poco el ritmo y Venezuela pasó a dominar tímidamente, aunque sin crear excesivo peligro ante la meta de Asenjo.

Desgraciadamente por motivos laborales apenas pude seguir el desarrollo del juego durante la segunda mitad por lo que tan solo puedo resaltar lo que narran las crónicas del encuentro, que España mantuvo su dominio aunque sin tanta profundidad como en la primera parte y que hubo tiempo para ver en acción a Iago Falqué, que sustituyó a Aarón tras el descanso. En el minuto 77 llegó el tercer tanto, un gran gol de Ander Herrera que, tras una pared con Fontàs (que había salido por el apercibido Parejo minutos antes), culminó con rabia una gran jugada de toque de la selección justo antes de ser reemplazado por Cote. España pasa por tanto a octavos como primera de grupo, con unos números demoledores (13 goles a favor y 0 en contra) aunque todavía con ciertas incógnitas en su juego que deberá ir despejando en las eliminatorias. De momento ya conocemos a uno de nuestros posibles rivales, Italia (tercera en el grupo A tras su derrota de ayer ante los anfitriones), y hoy se sabrá qué equipos ocupan el tercer lugar en los grupos C y D, aunque en principio sólo el del C parece tener opciones de ser uno de los terceros clasificados. El partido de octavos se disputará el lunes a las 16:30 también en el estadio Al Salem, y en principio será retransmitido por Eurosport y laSexta.

TODO sobre el partido en FIFA.com

03/10/2009 - Tras los resultados de ayer, podemos descartar ya a Uzbekistán (tercero en el grupo D) como posible rival, ya que con 1 punto será uno de los dos peores terceros. Así que la cosa está entre Italia y Estados Unidos, que debe esperar a los resultados que se den hoy para saber si pasa como uno de los mejores terceros, algo que los italianos tienen ya asegurado al haber acabado con 4 puntos.

04/10/2009 - Finalmente Estados Unidos ha quedado fuera de los octavos de final como el otro peor tercero, por haber marcado menos goles que Costa Rica, por lo que Italia será nuestro rival mañana. En el hipotético partido de cuartos de final nos las veríamos con el vencedor del Hungría-República Checa. Podeis ver cómo han quedado los cruces aquí.