martes, 4 de agosto de 2009

2006, Europeo sub'19: La "quinta de Cesc" se emancipa

Dos años antes, en el Europeo sub'17 de Francia, para el gran público eran simplemente los acompañantes de Cesc. Pero si ya entonces demostraron que la generación del 87 no se detenía en el genial centrocampista del Arsenal, en 2006 confirmaron que nos encontrábamos ante uno de los grupos de más talento (otro más) de los últimos años. Huérfanos de su líder mediático, cuya meteórica carrera le había llevado a disputar el Mundial de Alemania con la Selección absoluta de Luis Aragonés, sus coetáneos desplegaron todo su repertorio para alcanzar el título continental, y apenas encontraron oposición en su camino a la gloria. En la ronda previa, celebrada en Torrevieja y Callosa del Segura, superaron con cierta comodidad un grupo con Suecia, Chipre y Alemania, y a los Piqué, Capel, Marc Pedraza o César Díaz, presentes ya en el Europeo sub'17 de 2004, se sumaron nombres como los de Mata, Antonio Barragán, Alberto Bueno o Jeffren Suárez. El nivel de juego de la selección y la contundencia de los marcadores (4-0 a los suecos, 8-1 a los chipriotas y 3-1 a los alemanes) hizo que España arribara a la fase final de Polonia como la indiscutible favorita.

España quedó encuadrada en el Grupo B junto a Turquía, Portugal y Escocia, y rápidamente mostró a qué había ido a tierras polacas. En el primer partido ante Turquía, los de Ginés Meléndez desplegaron todo su repertorio y guiados por el barcelonista Jeffren encerraron a los turcos en su campo. El gol llegó a los 18 minutos, al rematar el madridista Alberto Bueno una falta botada por su compañero Juan Mata. y parecía que el partido sólo tendría una dirección. Sin embargo, Turquía reaccionó y logró el empate por medio de Ilhan, aunque pronto Mata devolvió las cosas a su sitio al cazar una gran volea que se coló junto al palo de la meta de Babacan, y sólo cinco minutos después el propio Mata culminó una rápida acción con una medida vaselina que supuso el 3-1. El descanso no cambió el guión y España siguió llevando peligro al área turca, consiguiendo el cuarto gol a los ocho minutos de la reanudación por medio del blaugrana Toni Calvo. Con el partido sentenciado los nuestros se relajaron y Turquía aprovechó para recortar distancias. Ilhan hizo su segundo tanto al cuarto de hora, y sólo unos instantes después Mevlut metió el miedo en el cuerpo de los españoles con el tercer gol otomano. Meléndez retiró a Bueno para conseguir más control del balón con Esteban Granero, pero el partido se había escapado del control hispano y durante varios minutos la sombra del empate planeó sobre el choque. Sin embargo, cuando el partido ya agonizaba Mata selló su hat-trick, colocando a España a un paso de la clasificación para semifinales.

En la segunda jornada los de Meléndez tenían que vérselas con Escocia, que en la fase previa había eliminado a la campeona Francia y que en la primera jornada había empatado a 2 con Portugal después de ir ganando por 2-0. Tras la reacción lusa parecía que la capacidad de sorpresa de los escoceses había tocado a su fin, y el partido contra España pareció confirmar esta teoría. Con Diego Capel (sancionado en el primer encuentro) como única novedad en el once, los nuestros dominaron de principio a fin el partido sin demasiados apuros, y nuevamente fue Bueno el encargado de abrir el marcador pasado el cuarto de hora. Entonces apareció uno de los líderes del equipo, Gerard Piqué, para reclamar su dosis de protagonismo: el central del Manchester United dobló la ventaja antes de la media hora y ya en la segunda parte tuvo tiempo de hacer el tercero antes de retirarse con molestias. Luego España se relajó, bajó las revoluciones y se dedicó a dejar pasar el tiempo ante una timorata selección escocesa que en ningún momento dio sensación de peligro. A cinco minutos del final, y con la mente de los nuestros puesta ya en el siguiente duelo frente a Portugal, Mario Suárez puso la guinda al partido con un cuarto gol y certificó el brillante pase a semifinales de un equipo que seguía creciendo a cada instante y que de momento alcanzaba el objetivo mínimo de clasificarse para el Mundial sub'20 de Canadá 2007.

Teóricamente el partido contra Portugal debía decidir el liderato del grupo, pero las teorías en el fútbol son frágiles como una figurita de porcelana y en esta ocasión fue el goleador turco Ilhan quien se encargó de romperlas en mil pedazos con su gol en el minuto 95 del partido ante los lusos, que suponía el empate a 4 en el marcador, un hat-trick para él y la primera plaza automáticamente para España. Así que la clasificación para semifinales se convirtió en una lucha a tres bandas entre Turquía, Portugal y Escocia en la que, aunque Portugal partía un punto por delante, la ventaja parecía estar del lado otomano, ya que Turquía se enfrentaba al rival teóricamente más débil. Pero las teorías en el fútbol son frágiles... En fin, el caso es que obviamente España saltó al terreno de juego con muchas menos necesidades que Portugal, lo que se tradujo en un once lleno de novedades y, de paso, en una primera parte sin un dominador claro de la que Portugal salió con ventaja gracias a un penalti transformado por Bruno Gama. Sin embargo, recién comenzada la segunda parte el albaceteño César Díaz firmó el empate con un espléndido testarazo y el gol dio paso a una fase de claro dominio español. A estas alturas en el otro partido saltaba la sorpresa, con Escocia dominando a Turquía por 3-0, por lo que el pase era momentáneamente para los sorprendentes escoceses. Un gol luso daba la clasificación a nuestros vecinos, pero Portugal se veía impotente para llegar con peligro a la meta defendida por Ángel Bernabé. Mientras, los turcos se colocaban a un gol de distancia de los escoceses, y aunque seguían necesitando la victoria para pasar, a Portugal sí le valía el hipotético empate en el otro campo, por lo que la cabeza de los portugueses viajaba incesantemente de un estadio a otro, buscando el gol que les clasificara. Pero en este final de infarto nadie más fue capaz de marcar, y contra todo pronóstico al final fue Escocia la selección que se metió en semifinales acompañando a España.

En el grupo A las cosas no habían estado menos igualadas, aunque la resolución fue algo más sencilla: tras dos jornadas todos contaban con 3 puntos por lo que quien ganara pasaría a semifinales. Finalmente la República Checa se impuso a la anfitriona Polonia y Austria hizo lo propio con Bélgica, y la diferencia de goles nos puso a los austríacos en nuestro camino a la final. Austria se presentó con la baja de su delantero estrella Erwin Hoffer, sancionado, y sufrió un severo correctivo. Desde el minuto 1 España controló el encuentro, aunque sin crear apenas peligro hasta que pasada la media hora Mata habilitó a Jeffren, que rompió por velocidad a la defensa rival y subió el primer tanto al marcador. Antes del descanso llegaría el gol de la tranquilidad, obra de Javi García de lanzamiento de falta, que convirtió la segunda parte en un paseo triunfal. Con Austria intentando estirar líneas, la explosiva pareja que formaban los madridistas Mata y Bueno mostró su gran compenetración y entre los dos se fabricaron el tercer gol en una bonita jugada que culminó Mata. Aquí se acabó la resistencia austriaca y ya en los últimos minutos Javi García y Bueno redondearon la manita. España volvía a una final europea dos años después y nadie pensaba que el resultado no fuera a ser el mismo que entonces.

Y es que, además del gran juego desplegado por los nuestros a lo largo de todo el torneo, el rival por el título sería ni más ni menos que Escocia, que había culminado su sorprendente torneo eliminando a una República Checa que mereció mejor suerte pero que no supo aprovechar su mayor número de ocasiones. Con el precedente del 4-0 en la fase de grupos, todos pensábamos que la final sería otro paseo para España, pero desde el primer minuto se hizo evidente que unos y otros afrontaban el partido conscientes de lo que se jugaban y nadie estaba dispuesto a conceder facilidades al rival. De hecho, la primera media hora fue de claro color británico, con Escocia dominando el balón aunque sin crear excesivo peligro ante la meta de Adán. La presión de sentirse favoritos parecía poder con los nuestros, que tardaron en cogerle el aire al partido. Sin embargo, cuando lo hicieron sería para crear serios apuros al portero escocés, y tanto Bueno como Mata y Toni Calvo pudieron marcar antes del descanso. Pero hubo que esperar al minuto 6 de la segunda parte para que España pudiera por fin adelantarse en el marcador, gracias a un golazo de Bueno que se inventó una vaselina perfecta para culminar una gran jugada colectiva. El gol dio a los nuestros el aplomo que necesitaban y que habían mostrado a lo largo del campeonato y los escoceses sólo pudieron observar cómo las ocasiones sobre su portería se sucedían sin remedio. Toni Calvo estuvo a punto de hacer el segundo, Piqué estrelló un cabezazo en el larguero y finalmente fue Bueno quien acertó a batir nuevamente la meta de Escocia, rematando un pase de la muerte de Piqué tras una falta. Quedaban veinte minutos y España saboreaba ya el título, aunque un postrero gol de Dorrans sirvió para darle algo de emoción a los últimos instantes. Pero, esta vez sí, Escocia había dado ya todas las sorpresas que podía dar (y que no fueron pocas) y la quinta del 87 dejó para siempre de ser "la de Cesc" para convertirse "simplemente" en otra generación de Campeones.

6 comentarios:

  1. Grandes todas las categorías inferiores de la Roja.Ya vemos señas de algunos jugadores de esta `Quinta´en la Primera División y en la Selección Absoluta.Seguro que llegan muy lejos todos.
    Saludos desde FUTBOL O´REY DEL DEPORTE.

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  2. Sí, además de los que nombro en el texto, como Mata, Piqué o Capel, también estaban Crespo (defensa del Sevilla que este año ha fichado el Racing) y Canella, el lateral del Sporting (aunque parece que por poco tiempo ya). Este año espero que Bueno pueda demostrar su nivel en Primera con el Valladolid, como Barragán, y a ver si Jeffren sale cedido a algún sitio para tener minutos porque creo que los necesita y en el Barça está complicado tenerlos.

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  3. La verdad es que en este torneo, en el que brilló con luz propia Mata, la selección española no tuvo rival. El único que podría haberla puesto un poco en apuros, la República Checa de Mazuch y Fenin, cayó sorprendentemente en semis.

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  4. Cosas de la vida, debía haber sido la final pero se metió Escocia contra todo pronóstico, y luego fueron precisamente los checos los que nos eliminaron en el mundial. La verdad es que esta era una gran generación, con la última gran camada del Madrid, Piqué, Capel y demás, quizá la mejor de los últimos años

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  5. Ya es raro que Escocia se meta en una final de estas, por lo que he leido la actuación individual de Mata, tuvo que ser excelente

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  6. Sí, probablemente fuera el mejor del torneo, aunque también destacaron Capel y el turco Arda

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