No podía desaprovechar España la gran oportunidad que se presentaba tras el sorteo de octavos de final, y es que el encaje de bolillos que suponía el emparejar a los 16 equipos clasificados dio como resultado que las todopoderosas Brasil y Argentina quedaran en la otra parte del cuadro, lo que a priori despejaba el camino español de rivales de entidad al menos hasta semifinales. Aún así, ninguna de las selecciones clasificadas era una perita en dulce y los españoles deberían dar lo mejor de sí mismos para cumplir con los pronósticos. El primer enemigo en el camino a la final fue Paraguay, que se presentaba con un equipo interesante en el que destacaban el punta Nelson Haedo Valdez y el centrocampista ofensivo Edgar Barreto. El choque discurrió por los cauces previstos, con España dominando el balón ante una selección guaraní que se sentía cómoda agazapada. Tras una intervención exitosa de Asier Riesgo a los 3 minutos, pronto Iniesta tomó el mando de las operaciones y suyas fueron las primeras ocasiones de peligro, bien resueltas por el meta Silva. Paraguay apenas era capaz de pasar del medio campo, donde el incansable trabajo de Gabi y Vitolo permitía recuperar un balón tras otro para iniciar un nuevo ataque hispano. Tanto Gavilán como Juanfran entraban con cierta facilidad por sus costados y las ocasiones de gol se iban sucediendo, aunque sin acierto. Sergio García tuvo las mejores, incluyendo un balón que se estrelló en la cruceta y alguna más que desbarató Silva, muy acertado durante todo el encuentro. Y cuando no era el portero era la atareada defensa paraguaya quien se encargaba de taponar los disparos de Juanfran, Gavilán o Gabi. En la reanudación, con Paraguay intentando estirarse, los atacantes españoles siguieron percutiendo sin descanso sobre el área rival, forzando nuevas intervenciones de Silva, hasta que en el minuto 66 llegó el merecido premio. En una bonita jugada colectiva iniciada por Iniesta, Gavilán centró pasado al segundo al palo, Juanfran controló con el pecho y salió disparado hacia la línea de fondo, de donde sacó un pase de la muerte que Sergio García no desaprovechó. Tras el gol Paraguay se fue a por el empate y encerró a España en su campo, aunque sólo creó peligro en balones colgados. Afortunadamente no era el día de sus delanteros, que desperdiciaron alguna clara ocasión para marcar, y ya casi en el descuento Riesgo tuvo que felicitar al central Carlos García, que taponó un disparo de Dante López que ya se colaba. El primer obstáculo se había superado con nota, aunque la falta de gol del equipo empezaba a ser preocupante.
Del resto de partidos de octavos de final habría que destacar los apuros con los que tanto Brasil como Argentina solventaron sus compromisos ante Eslovaquia y Egipto, respectivamente. Las dos potencias sudamericanas tuvieron que esperar a la prórroga para deshacerse de sus rivales, en ambos casos gracias a sendos dobletes (con gol de oro incluído) de Dudú Cearense y Fernando Cavenaghi. También Colombia venció a Irlanda en el tiempo extra en un partido loco que los cafeteros dominaban por 2-0 a falta de 5 minutos para el noventa, mientras que Japón repitió el guión de Brasil al culminar su remontada ante la República de Corea en la prórroga. Además, Estados Unidos superó con claridad a Costa de Marfil, los Emiratos Árabes vencieron a Australia con un gol de Ismail Matar en el minuto 89 y Canadá dio la sorpresa al derrotar por 1-0 a la hasta entonces invicta e imbatida Burkina Faso. Los norteamericanos serían nuestros rivales en cuartos, algo que nos hacía pensar en una cómoda clasificación para semifinales. Nada más lejos de la realidad.
1-2

El rival en las semifinales sería Colombia, que, como se esperaba, había derrotado a los anfitriones aunque con más dificultades de las previstas. Curiosamente, los semifinalistas serían los mismos que en el Mundial sub'17 de Finlandia del mes de agosto, ya que además de España y Colombia, también habían logrado el pase Brasil y Argentina. La canarinha, probablemente en su mejor partido del torneo, había aplastado a Japón por 5-1 gracias a un arranque espectacular de Daniel Carvalho, sin duda una de las estrellas del Campeonato. Por su parte, Argentina parecía ir de más a menos y volvió a clasificarse por los pelos, con un nuevo gol de oro de Fernando Cavenaghi, en un partido en el que Estados Unidos fue claro merecedor de la victoria. Tras adelantarse en el marcador en la segunda parte, los norteamericanos dispusieron de numerosas ocasiones para apuntalar su pase a semifinales pero Jhonson y Adu fallaron y fue Mascherano quien acabó logrando el empate en el último minuto de descuento. Con los argentinos crecidos y los estadounidenses moralmente destrozados, un claro penalti transformado por Cavenaghi justo antes del descanso de la prórroga mandó a casa a una de las sensaciones del torneo.
Pocas veces en la historia de las selecciones inferiores de España un jugador habrá sido tan determinante en el éxito de un combinado como lo fue Iniesta en este Mundial sub'20. Siempre ha habido jugadores destacados, brillantes, que han liderado a su grupo, pero casi todos los nombres que nos vengan a la cabeza (Xavi, Torres, Cesc Fábregas...) no dejaban de ser la punta de lanza de un equipo lleno de grandes futbolistas. Y no es por desmerecer a los Gabi, Juanfran, Riesgo o Sergio García, pero si hoy todos ellos pueden presumir de lo logrado en el 2003 en Emiratos Árabes es sin duda gracias a que junto a ellos jugaba Andrés Iniesta. La semifinal frente a Colombia fue una nueva exhibición del centrocampista del Barça, rápido en sus movimientos, preciso en el toque y tremendamente peligroso cada vez que el balón rondaba su posición. De él partieron todas y cada una de las acciones de peligro de la selección en el partido, que tuvo una primera parte francamente vistosa, con los dos equipos volcados al ataque. El bando español contaba con las novedades de Tello por el sancionado Vitolo y la más sorprendente de Jorge Pina por un Gavilán que había acabado con pequeñas molestias el partido de cuartos. Los dos cumplieron y el equipo no echó de menos a los ausentes, gracias en buena medida a la labor de Iniesta: no habían discurrido ni cinco minutos y ya había creado un par de ocasiones de gol que el meta colombiano Landázuri acabó por resolver. Aunque Colombia llevaba el peso del partido, las contras españolas llevaban mucho peligro y propiciaban las mejores ocasiones, aunque Sergio García seguía negado de cara al gol. Riesgo no tuvo que intervenir hasta casi la media hora, pero desde ese momento cada vez que lo hizo fue para salvar milagrosamente varios disparos colombianos, principalmente de un Edixon Perea que se aprovechaba como nadie de las buenas maniobras de su compañero Víctor Montaño. Aún así, en esa primera parte fue España quien dispuso de más y mejores oportunidades, pero Juanfran parecía contagiado por el mismo mal que Sergio García y Landázuri abortó varios disparos más de los atacantes españoles. La segunda parte se inició por los mismos derroteros, con oportunidades constantes para ambos equipos, pero a partir del minuto 55 España desapareció literalmente del campo colombiano y fueron los sudamericanos los que martillearon sin descanso el área española. Si en la primera parte Landázuri había evitado un saco de goles para su equipo, en la segunda Riesgo imitó a su colega y colocó un candado en su puerta, haciéndola infranqueable para los cada vez más desesperados atacantes de Colombia, que se veían incapaces de batir al arquero donostiarra. Ufarte quiso introducir nuevos bríos al equipo con la entrada de Gavilán y de Arizmendi pero el gol colombiano parecía sólo cuestión de tiempo. Sin embargo, a menos de cinco minutos para el final, cuando peor lo pasaba España, Iniesta apareció gambeteando en las inmediaciones del área y su pase a Sergio García rebotó en la mano de un defensor. Asumiendo sin complejos su rol de líder y salvador, el propio Iniesta transformó con frialdad el discutido penalti que colocaba a España en su tercera final de un Mundial sub'20. Al final del partido Colombia se lamentaba por la oportunidad perdida: sus jugadores habían sido mejores que España, pero en España jugaba sencillamente el mejor.
En la otra semifinal, Brasil superó a Argentina en un equilibrado partido gracias a un solitario gol de Dudú Cearense que la albiceleste no pudo remontar. La fortuna que había acompañado a los argentinos en las rondas precedentes para vencer en los últimos minutos no apareció y la canarinha certificó el pase a su primera final de un sub'20 en 8 años, todo un mundo para aquel país. Se reeditaría así la cercana final del Mundial sub'17 de Finlandia y también la más lejana del Mundial sub'20 de la URSS en 1985. En ambas ocasiones Brasil se había alzado con el título, y esta vez esperábamos que por fin la suerte nos sonriera.
Hombre esta vez el cuadro fue algo benevolente eh? Paraguay,Canadá y Colombia no es que sean desconocidas pero como antesala de la final no están nada pero que nada mal.Me sorpresnde el hecho de que Canadá haya tenido una generación que haya sidi capaz hace 6 años de llegar a cuartos de un mundial sub 20 y no haber podido mantener un poco el nivel al paso a la absoluta, porque seis años más tarde, deberían estar recogiendo los frutos ahora y no se han metido ni entre los seis finalistas de Concacaf.Saludos
ResponderEliminarPues ya ves, en la convocatoria para esta Copa de Oro que empieza hoy aparece alguno pero me da que se han quedado todos por el camino, alguno está en Escandinavia y otro par de ellos en la MLS, pero la mayoría están desaparecidos en combate, aunque también es verdad que Canadá tampoco lleva a los mejores que podría llevar y a lo mejor por ahí se me escapan otros que sí estén destacando (a muy bajo nivel, de todas formas).
ResponderEliminarEn los sorteos tuvimos suerte pero en algún partido más todavía, sobre todo recuerdo el de semifinales que en la segunda parte nos podían haber metido 3 o 4 fácilmente antes de la jugada de Iniesta, que fue casi la única de ataque de España tras el descanso.