Había pasado casi un año y medio, estábamos en la otra punta del planeta y ni siquiera el calor de Adelaida era comparable al de Lagos, pero por un momento quienes presenciaban el debut de España en los Juegos Olímpicos de Sidney seguramente se sintieron trasladados de nuevo a aquel inolvidable Mundial sub'20. Y no sólo por la inconfundible imagen de Iñaki Sáez y su inseparable gorra dando órdenes desde la banda, sino porque sobre el campo la selección olímpica española estaba repitiendo casi a la perfección el exitoso guión de Nigeria: salida en tromba, un descarado juego ofensivo y un impecable acierto rematador para dejar finiquitado el partido en apenas media hora. Con una leve variación respecto al esquema del Mundial, ya que en ese partido se apostó por un 4-3-1-2 con Aranzubia, Marchena, Iván Amaya, Lacruz y Capdevila en defensa, con Gabri acompañando a Xavi y Albelda en el centro del campo y con Toni Velamazán de enganche con la dupla Tamudo - Jose Mari, el combinado español desplegó todo su repertorio de juego para apabullar a una selección surcoreana que ni siquiera fue mejor en el apartado físico. Tras varias ocasiones de Tamudo, a los diez minutos Velamazán cazó un rechace para colocar el primer tanto en el luminoso gracias a un potente disparo que se coló imparable en la meta asiática. Bajo la batuta de Xavi, con Tamudo incordiando a la defensa y con Jose Mari dejando pinceladas de calidad, el segundo era cuestión de tiempo, y fue el delantero sevillano del Milan quien se encargó de materializarlo a los 25 minutos tras una gran jugada personal. Corea bajó los brazos y Xavi certificó el gol de la tranquilidad antes del descanso, aprovechando una dejada de Tamudo. En la segunda parte España se limitó a dejar correr el tiempo y a los coreanos, e incluso pudo aumentar la cuenta. Ni Park Ji Sung ni Lee Chun Soo, dos de las estrellas de Corea del Sur, pudieron dar réplica al incontestable dominio español que se embolsó los 3 puntos antes de enfrentarse a Chile en la segunda jornada.
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El segundo partido se presentaba como el duelo que decidiría quién pasaría a cuartos de final como primero de grupo y quién sería segundo, ya que en su partido inaugural Chile había derrotado a Marruecos por 4-1, con hat-trick de Iván Zamorano incluído. Y es que Chile, al contrario que España o la propia Corea del Sur, sí había optado por convocar a 3 jugadores mayores de 23 años para reforzar la portería (Nelson Tapia), la defensa (Pedro Reyes) y sobre todo la delantera, con el citado Zamorano. El ariete, que ya contaba con 33 años y estaba a punto de dar por finalizada su exitosa carrera en Europa, fue sin duda la gran estrella de la competición, ya que acabaría erigiéndose como máximo goleador del torneo Olímpico. Pero no sería él, sino su compañero en la delantera, el talentoso Reinaldo Navia, quien tumbara a los jóvenes españoles en aquel encuentro. El choque, disputado en Melbourne, fue una pesadilla para los nuestros, que vieron como Chile les superaba con bastante comodidad gracias a la rapidez de sus atacantes pero también a los errores de la zaga española. Y eso que durante los primeros minutos España (con la novedad de Angulo por Jose Mari respecto al primer partido) salió dispuesta a repetir el guión que tan bien dominaba, encerrando a los chilenos en su área, pero poco a poco la presión fue disminuyendo y casi en el primer acercamiento sudamericano Rafael Olarra remató a la perfección un medido centro desde la banda. Los de Sáez se vinieron abajo y un poco antes del descanso Zamorano cazó un mal pase de Marchena para escaparse por la línea de fondo, aguantar la tarascada del sevillano y, cuando el balón parecía perdido, rebañar la bola desde el suelo para que Navia sólo tuviera que empujar. Con ese 0-2 se llegó al descanso, y la segunda parte fue un quiero y no puedo de España, que no supo atacar la ordenada defensa chilena. Aún así, Lacruz le puso emoción al partido al remachar un barullo en el área, pero aunque faltaba más de media hora para el final se veía que iba a costar mucho lograr el empate. Y de hecho lo que llegó fue la sentencia, ya que con la selección española volcada en ataque Navia aprovechó un pase de Zamorano para finalizar el contragolpe con un magistral lanzamiento desde fuera del área. Chile conseguía así su clasificación y España empezaba a vislumbrar a Italia en el horizonte de los cuartos, ya que los campeones de Europa sub'21 habían ganado sus dos partidos y se perfilaban como primeros de su grupo a falta del choque ante Nigeria.
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2-0
Llevábamos 5 días de Juegos y a estas alturas ya teníamos los primeros Oros españoles (Isabel Fernández en judo y Joan Llaneras en ciclismo en pista), el primer gran nombre propio (el nadador australiano Ian Thorpe, ganador de tres medallas de Oro) y también una de las imágenes más curiosas de Sidney 2000 (la agónica y solitaria lucha del nadador guineano Eric Moussambani contra la piscina olímpica). Por tener, ya teníamos hasta rival confirmado en cuartos de final, Italia, que había empatado con Nigeria y esperaba ya a España, a la que solo una derrota ante Marruecos (unida a una goleada de Corea a Chile) podría dejar fuera de la lucha por las medallas. Pero la eliminación era una posibilidad muy remota y se empezó a comprobar desde el minuto 1 viendo el inexistente poderío atacante de la selección magrebí, que no pudo contar en todo el torneo con su estrella mayor de 23 años, el ex-deportivista Bassir, lesionado. España dominó el partido con claridad y si no acabó goleando fue en buena medida por los fallos de Jose Mari en el remate y por la excesiva dureza con que se emplearon los africanos en todas las parcelas del campo. Hubo que esperar al minuto 33 para que Jose Mari aprovechara su enésima oportunidad para inaugurar el marcador, y la sentencia no llegó hasta el minuto 90, gracias a un gol de Gabri. Entre medias, tiempo para muchos de los no habituales, como Unai, Ferrón o Puyol, y para que los jugadores marroquíes descargaran su impotencia (3 derrotas, 7 goles en contra y sólo 1 a favor) a base de palos y marrullerías varias.
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La fase de grupos se cerró sin demasiadas sorpresas, ya que la eliminación de la República Checa (subcampeona de Europa sub'21) entraba dentro de lo previsible en un igualado grupo con Camerún y Estados Unidos, aunque lo que finalmente condenó a los checos fue su inesperada derrota ante Kuwait. Brasil (que en aquellos Juegos estaba dirigida por Wanderlei Luxemburgo y que tenía entre sus filas a Ronaldinho, Edu o Lucio) también sufrió un duro revés al perder con la Sudáfrica de Quinton Fortune y Benni McCarthy, aunque supo reponerse y acabó primera de grupo por delante de Japón, que sumaba a sus subcampeones del Mundo sub'20 otros jóvenes talentos como Hidetoshi Nakata o Shunsuke Nakamura. Las medallas estaban a un partido de distancia y sin duda nadie quería dejar pasar la oportunidad de colgarse una en el cuello.
No me acordaba de lo de Iván Zamorano la verdad, de la selección española pues decir que sin ser la mejor que se recuerde, era una selección " apañada", no recordaba tampoco el 1-4-3-1-2, variante ofensiva del 1-4-4-2 ya que a Saez siempre lo recuerdo en la absoluta con 1-4-2-3-1, que casi nunca variaba.Esperaré las siguientes entregas para saber como fue el desenlace porque ahora mismo no recuerdo como quedó España aquella vez, creo que fue cuando hicimos plata perdiendo ante Argentina, pero hablo de memoria sin confirmarlo, de todos modos no pienso mirarlo que así me gusta más la lectura.Saludos.
ResponderEliminarBueno, esa variante venía dada por los juegadores disponibles, no había hombres puros de banda para el 4-4-2 y sí 3 o 4 atacantes de buen nivel y mucha movilidad (Jose Mari, Tamudo, Gabri y Velamazán), más Luque que no jugó ni un solo minuto por lesión. Lo cierto es que en este torneo Sáez fue variando bastante al equipo, por ejemplo Puyol empezó en el banquillo y acabó siendo indiscutible, y Velamazán y Gabri se repartieron muchos minutos.
ResponderEliminarContra Argentina se perdió en cuartos en Atlanta (también en las semifinales del sub'20 de Qatar 1995 y luego en cuartos de Holanda 2005), pero para Sidney no se habían clasificado, Chile y Brasil eran los únicos representantes de Sudamérica.
Ah, entonces ya me acuerdo creo que se el esenlace final, de todos modos no voy a mirarlo por ninguna parte que me va a gustar más enterarme por tu blog.Saludos
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