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domingo, 22 de marzo de 2015

1997, Mundial sub'20: Gris anonimato

Puede que el Mundial sub’20 de Qatar se cerrara de manera decepcionante para España, pero aquel año 1995 sí acabó marcando un hito en la historia de nuestro fútbol juvenil: por primera vez desde que la UEFA empezó a organizar el torneo allá por 1955, la selección española se proclamó Campeona de Europa sub’18. Debido a las peculiaridades del formato, forzadas por el progresivo aumento de naciones participantes, España no empezó su camino hacia el título continental juvenil hasta pocas semanas después del Mundial de Qatar, cuando superó a Rumanía y Ucrania en una ronda previa disputada en Palencia en el mes de mayo. En ese triangular jugaron varios de esos chavales que se habían hecho famosos para el gran público en el reciente torneo sub’20, como César, Mingo, Roger, Toni Velamazán o Joseba Etxeberria; aunque luego Goikoetxea sólo se llevó a los dos primeros a la fase final de Grecia en el mes de julio, con futbolistas de la talla de Rufete, Iván Ania, Miguel Ángel Angulo, Guti, Diego Ribera o Carlitos Domínguez la selección española no tuvo problemas para batir sucesivamente a Hungría (2-1), Turquía (3-0), Países Bajos (2-1) e Italia, a la que derrotó por un contundente 4-1 en la gran final con un triplete del sevillista Carlitos. Cuarenta y un años después, una generación de juveniles españoles podía presumir de ser la mejor de Europa. Algo empezaba a cambiar.
La siguiente temporada, en la que estaba en juego la clasificación para el Campeonato Mundial Juvenil de Malasia 1997, arrancó con una serie de amistosos en Italia y Austria cuyos resultados dejaron bastantes dudas sobre el futuro de la nueva generación, que perdió contra Italia, Francia y Alemania y sólo pudo superar a la selección austriaca. Por suerte, las cosas mejoraron en los partidos oficiales. En la primera fase previa del Campeonato de Europa, en octubre de 1995, los de Goikoetxea viajaron a Eslovaquia para medirse en un triangular a la selección local y a Ucrania. Una victoria por 2-1 sobre los ucranianos y un 0-0 ante los anfitriones bastaron para certificar el pase a la siguiente ronda, una eliminatoria a ida y vuelta contra Noruega que se disputaría entre abril y mayo de 1996. Con el rodaje adquirido en la “Copa del Atlántico” grancanaria y el “Memorial Paolo Valenti” en tierras italianas, España no tuvo problemas para superar a los nórdicos (3-1 en la localidad oscense de Monzón y 0-4 en Oslo) y obtuvo su billete para la fase final del Europeo sub’18.
Como era y sigue siendo habitual, el torneo se disputó a finales de julio, en esa ocasión en Francia y Luxemburgo, y, como sucediera en 1993, cuando expiró el contrato de Chus Pereda, España no contó en esa fase final con el seleccionador que había logrado la clasificación. El contrato de Andoni Goikoetxea finalizaba el 31 de julio de 1996 pero Javier Clemente decidió finiquitar a su ayudante un mes antes, tras la eliminación en la Eurocopa de Inglaterra, a raíz de unas declaraciones en las que Goiko se quejó del ostracismo al que se veía sometido en su trabajo. Responsable máximo de todas las categorías de la selección, en los últimos meses Clemente había asumido un mayor protagonismo en los equipos que teóricamente estaban a cargo de su segundo, como la sub’21, a la que el seleccionador absoluto dirigió en la fase final del Europeo celebrada en Barcelona en el mes de mayo, y la olímpica, cuya lista de convocados para los Juegos de Atlanta fue anunciada directamente por Clemente sin contar con Goikoetxea. Detalles que, unidos a las tensiones surgidas durante la concentración de la Eurocopa, aceleraron el adiós de un Goikoetxea que ya había anunciado su intención de buscarse un banquillo en algún club cuando acabaran los Juegos Olímpicos.
El equipo español que compitió en el Mundial sub'20 de Malasia 1997
(Marca, 16/06/1997)

jueves, 10 de diciembre de 2009

1998, Europeo sub'21: Máxima eficacia

A veces los títulos llegan cuando uno menos se lo espera. En el caso que hoy nos ocupa no es que no se confiara en una selección repleta (como casi siempre) de grandes jugadores, sino que simplemente no parecía la ocasión más propicia para levantar un trofeo. Con la atención de la afición dispersa entre la resaca de las celebraciones por la séptima Copa de Europa del Real Madrid y los preparativos para el Mundial de Francia'98 (torneo del que curiosamente sí esperábamos bastante más), el Europeo sub'21 de Rumanía no levantaba demasiada expectación. Si dos años antes, jugando en casa (y con Raúl y De la Peña en el equipo) no habíamos sido capaces de ganar, nada nos hacía pensar que esta vez sí lo pudieramos conseguir. Pero mientras veíamos a nuestra selección levantando la copa, seguro que más de uno se prometió no volver a dudar de una España de categoría sub lo que fuese.

La larga fase de clasificación para esta cita, paralela a la del Mundial de Francia 1998, comenzó en octubre de 1996 en la República Checa con una sufrida victoria por 1-2 gracias a dos postreros tantos de Morientes y Celades, bajo la dirección del seleccionador absoluto Javier Clemente. Con el rubio de Barakaldo en el banquillo llegarían el empate ante Eslovaquia en el Insular de Las Palmas que supuso el principio del fin de la prometedora carrera futbolística de Álvaro Benito, un ajustado triunfo ante la Yugoslavia de Dragutinovic, Paunovic y Stankovic, y una apagada goleada en Malta con Salva Ballesta como bigoleador. En febrero de 1997, y ante la débil selección de la isla mediterránea, Iñaki Sáez se estrenó dejando muchas dudas (1-0 y gracias), pero empezó a convencer con su victoria en Yugoslavia por 1-2 y dejó al equipo al borde de la clasificación tras un contundente 4-0 a los checos en Burgos. El pase a la fase final quedó sellado en septiembre en Eslovaquia tras un trepidante encuentro que acabó con un marcador de 3-4 (con dos goles del debutante Benjamín) que puso de manifiesto la superioridad técnica de los jóvenes españoles en su grupo.

Aunque Iñaki Sáez era ya quien se sentaba en el banquillo de la sub'21, lo cierto es que el verdadero mando recaía en Javier Clemente, como demuestra el hecho de que fuera el propio seleccionador absoluto quien anunciara conjuntamente las listas de convocados tanto para el Mundial como para la Eurocopa sub'21. Esa autoridad había motivado la marcha de Andoni Goikoetxea unas semanas antes de los Juegos Olímpicos de Atlanta'96, pero a Sáez no parecía incomodarle. Así que los 20 convocados (por Clemente) para la fase final de Rumanía fueron los siguientes: Josico (Albacete), Felipe Guréndez (Osasuna), Arnau y Roger (Barcelona), Ito y Míchel Salgado (Celta), Valerón (Mallorca), Iván Pérez (Betis), Guti y Víctor (Real Madrid), Esteban (Oviedo), José Félix Guerrero (Racing), De Paula y López Rekarte (Real Sociedad), Benjamín y García Calvo (Valladolid), Cuartero y Marcos Vales (Zaragoza), Salva Ballesta (Sevilla) y Ballesteros (Tenerife). Antes de comenzar el torneo, el valencianista Angulo sustituiría a De Paula por lesión. Por el camino, además de Celades, Etxeberría y Morientes (que dieron el salto a la absoluta para disputar el Mundial), se habían quedado jugadores como Álvaro Benito (que iba de operación en operación), Toni Velamazán, Manuel Pablo, David Cordón, Santi Ezquerro, César o Iván De la Peña, que debido a las lesiones y a los problemas con Van Gaal había ido perdiendo sitio en el Barça y consecuentemente en la selección sub'21.

En esta fase final de 1998 la UEFA, que daba tumbos buscando la fórmula de competición idónea para este torneo, optó por un novedoso formato consistente en eliminatorias a partido único desde cuartos de final. España debutó el 24 de mayo ante Rusia en Bucarest, en un partido que dominó de principio a fin amparada en un sólido sistema defensivo que servía de base para las escaramuzas de Valerón, Roger y Marcos Vales. Además Arnau paraba todo lo que llegaba a su portería y con esos ingredientes la victoria parecía más cerca que la derrota, y aunque hubo momentos para la duda, un gol de Iván Pérez a diez minutos del final certificó el pase de España a las semifinales. El rival, Noruega, invitaba al optimismo, pero como casi siempre hubo que trabajar a fondo para conseguir la victoria. Nuevamente España controló el ritmo del partido, pero tanto Valerón como Guti (declarado mejor jugador del choque) vieron como el palo rechazaba sus disparos en la primera parte. Salva, sustituto en el once inicial de Iván Pérez, tampoco acertaba con la portería nórdica, y los tempraneros cambios introducidos por Sáez no sólo no mejoraron la puntería sino que colocaron  al equipo en una situación crítica cuando Míchel Salgado se vio obligado a retirarse lesionado, dejando a España con diez. Afortunadamente Noruega apenas inquietó la meta de Arnau, ni siquiera durante los minutos en los que disfrutó de superioridad numérica (al filo del 90 fue expulsado Heggem), llegándose a la prórroga con el marcador inicial. Y al poco de comenzar el tiempo extra, una combinación entre Guti e Iván Pérez encontró por fin el camino del gol (de oro) y nos metió en la segunda final consecutiva de la categoría. El partido por el título, celebrado en el estadio del Steaua, contó con otro rival inesperado, Grecia, y fue quizá en el que peor jugaron los de Sáez. Pero las finales hay que ganarlas, y eso fue lo que hicieron nuestros chavales ante una selección griega en la que aparecían ya varios de los jugadores que acabarían conquistando el europeo absoluto en 2004, como Dellas, Basinas o Karagounis, entre otros. En un disputado encuentro en el que Arnau resultó decisivo una vez más, Iván Pérez aprovechó un balón suelto en el área tras un córner para adelantar a España al poco de comenzar la segunda mitad. Y como en los dos encuentros anteriores, ese solitario tanto del bético fue suficiente para llevarse el partido.

No deja de ser curioso que un equipo con tanto potencial ofensivo (Roger, Valerón, Guti, Víctor, Benjamín, Salva) acabara ganando el campeonato basándose en una fortaleza defensiva que le valió a Arnau para obtener el premio al Mejor Jugador del torneo. Cosas de Clemente, quizás. Pero lo importante es que, aunque fuera de una manera más típica de Italia que de España, nuestra selección consiguió levantar un trofeo que se resistía desde 1986 y que, aunque entonces no lo imaginábamos, ya no hemos vuelto a conquistar. De hecho, para encontrar la primera participación de España en una fase final de la categoría tras este título de 1998 y el tercer puesto en la siguiente edición tenemos que viajar hasta el verano pasado, cuando el equipo de López Caro no pudo siquiera superar la fase de grupos. Para la próxima edición, que además clasifica para los Juegos Olímpicos de 2012, el pase se ha complicado tras la derrota en Holanda. De fallar, serían ya 3 olimpiadas consecutivas sin representación española en el torneo de fútbol. La crisis de la sub'21 parece evidente pero resulta difícil decir si debe ser motivo de preocupación. Siendo (como el resto de selecciones inferiores) una categoría todavía de formación, puede ser en la que con más razón se debería aplicar el criterio de obtención de resultados, pues constituye el último escalón antes de la élite y ahí hay que aumentar el grado de exigencia en todos los niveles, incluido el de los resultados. Y esos resultados no se están consiguiendo, pese a haber contado con grandes jugadores, pero tampoco se puede negar que en los últimos años los mejores exponentes de la sub'21 apenas han jugado un puñado de partidos en ella antes de integrarse con éxito en la absoluta, que es donde sí se exigen resultados (y afortunadamente se están logrando). Por otra parte, en esta categoría se citan ya las promesas más firmes de cada país, jugadores que mayoritariamente ya están despuntando en las distintas ligas, y esto hace que casi todas las naciones presenten equipos muy competitivos, aunque se trate de federaciones que en categorías inferiores no suelan obtener buenos resultados por no realizar una adecuada búsqueda de talento. Como casi siempre, no es fácil llegar a alguna conclusión definitiva, pero en todo caso deseamos que pronto haya otro grupo que pueda revivir el triunfo de la generación a la que hoy recordamos.



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Fotos: El Mundo Deportivo

domingo, 19 de julio de 2009

2005, Mundial sub'20 (I): Sueños de gloria

Repasando los resultados, está claro que 2005 no fue un buen año para nuestras selecciones inferiores. La única nota positiva nos la dio la selección sub'23 formada para competir en los Juegos Mediterráneos de Almería, y que con jugadores como Arizmendi, Manu del Moral, Kepa o el malogrado Antonio Puerta se alzó con el oro en un torneo descafeinado que quizá sólo recordaremos por un bronco partido ante Italia que hubo de ser suspendido antes del final al quedarse los italianos con sólo 6 jugadores. Pero aparte de este forzado experimento, las selecciones oficiales apenas nos dieron alegrías, puesto que tanto la sub'17 como la sub'19 quedaron fuera de las fases finales de los Campeonatos de Europa de sus categorías al caer en casa en la última fase previa ante Suiza y Francia, respectivamente. Además, la temprana eliminación de la sub'17 nos apeaba también del Mundial de la categoría, que se celebró en Perú y que sorpresivamente fue a parar a manos de la selección de México, liderada por Giovanni Dos Santos y Carlos Vela. El único conjunto que se salvó de la quema, aunque tampoco llegó a grandes cotas, fue el que acudió en junio a Holanda a disputar el Mundial sub'20 de la categoría, torneo que contempló el encumbramiento mundial de un pequeño jugador argentino que hizo y deshizo a su antojo: Leo Messi.

El Campeonato se celebró entre el 10 de junio y el 2 de julio de 2005 en los Países Bajos, y fue sin lugar a dudas uno de los mejores torneos que se recuerdan tanto por el nivel de juego desplegado por la mayoría de equipos como por el importante número de futuras estrellas que se dieron cita en él. Aquí empezaron a sonar nombres como los de John Obi Mikel, Taye Taiwo, Nabil El Zhar, Ryan Babel, Razak Omotoyossi, Matías Fernández, Benny Feilhaber, Hugo Rodallega, Renan, Rafinha, Rafael Sobís, Philippe Senderos, Tranquilo Barnetta, Park Chu Young, Sergio Agüero, Fernando Gago y sobre todo Lionel Messi, que fue justamente declarado máximo goleador y Mejor Jugador del Mundial. Todos ellos, y alguno más, destacaron en algún momento de este campeonato y no tardaron mucho en brillar al máximo nivel, aunque obviamente algunos lo hicieron de manera más efímera que otros. Las 24 selecciones que lograron su clasificación para la cita holandesa quedaron repartidas de la siguiente manera:

GRUPO A
Países Bajos
Australia
Benín
Japón

GRUPO B
Turquía
R.P. China
Ucrania
Panamá

GRUPO C
España
Chile
Honduras
Marruecos

GRUPO D
Alemania
Argentina
Estados Unidos
Egipto

GRUPO E
Italia
Colombia
Canadá
Siria

GRUPO F
Suiza
Brasil
Nigeria
República de Corea

Éste último podía considerarse como el "Grupo de la Muerte", ya que a la vigente campeona y eterna favorita Brasil había que sumar a una Suiza que contaba con una de las mejores generaciones de su historia y a los campeones de África y Asia (Nigeria y Corea del Sur), que acudían a los Países Bajos con ganas de demostrar la pujanza de sus respectivas zonas, especialmente los nigerianos, considerados ya antes del torneo como claros candidatos al título, en un ramillete de aspirantes que completaban Argentina, Holanda, Colombia, Turquía y por supuesto España. En el polo opuesto se encontraban exóticas selecciones como Siria o Benín, debutantes en una cita mundialista, que llegaban como cenicientas pero que acabaron dando más de un susto a rivales teóricamente superiores.

En el bando español, Iñaki Sáez volvía a la primera plana tras la Eurocopa de Portugal haciéndose cargo de una sub'20 que defendía subcampeonato y que aglutinaba a buena parte de los campeones de Europa sub'19 de 2004 (los Albiol, Juanfran, Gavilán o Víctor Casadesús) junto a otros prometedores jóvenes de esa misma generación del 85 (como Molinero, Zapater o Fernando Llorente) y algunos alumnos aventajados de menor edad (principalmente Silva, Markel Bergara y Cesc Fábregas). A pesar de bajas como las de Sergio Ramos, Borja Valero o Roberto Soldado (el primero ya en la selección absoluta y los madridistas disputando la fase de ascenso a Segunda), todos los convocados acudían después de cuajar buenas campañas en sus respectivos clubes: Raúl Albiol había superado un grave accidente de tráfico y se había convertido en un fijo para Quique Sánchez Flores en Primera con el Getafe, Zapater había impresionado en su primera campaña en la Liga con su Real Zaragoza, Agus había debutado también en la máxima categoría con el Albacete y ultimaba su salto al Real Madrid, Cesc había debutado en la Premier y en la Champions League con el Arsenal (aunque una lesión le hizo llegar al Mundial algo justo de forma), Silva había madurado tras un gran año en el Eibar... El resultado de este cóctel era una interesante selección que acudía a los Países Bajos como una de las favoritas indiscutibles a alzarse con el título y que durante buena parte del campeonato hizo honor a esa condición.

Núm. - Nombre - Fecha de nacimiento - Posición - Club (2004/2005)
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1.- Gabriel RIBAS Ródenas - 02/12/1985 - AR - RCD Espanyol
2.- Fco. José MOLINERO Calderón - 26/07/1985 - DF - Atlético de Madrid
3.- Javier GARRIDO Behobide - 15/03/1985 - DF - Real Sociedad
4.- ALEXIS Ruano Delgado - 04/08/1985 - DF - Málaga CF
5.- Miquel ROBUSTÉ Colomer - 20/05/1985 - DF - RCD Espanyol
6.- Raúl ALBIOL Tortajada - 04/09/1985 - MC - Getafe CF
7.- JUANFRAN Torres Belén - 09/01/1985 - MC - Real Madrid
8.- Alberto ZAPATER Arjol - 13/06/1985 - MC - Real Zaragoza
9.- Fernando LLORENTE Torres - 26/02/1985 - DL - Athletic Club
10.- JONATHAN SORIANO Casas - 24/09/1985 - MC - RCD Espanyol
11.- Jaime GAVILÁN Martínez - 12/05/1985 - MC - CD Tenerife
12.- JOSE ENRIQUE Sánchez Díaz - 23/01/1986 - DF - Levante UD
13.- MANU Fernández Muñiz - 09/05/1986 - AR - Sporting de Gijón
14.- AGUS García Íñiguez - 03/05/1985 - DF - Albacete Balompie
15.- Fco. Javier CHICA Torres - 17/05/1985 - DF - RCD Espanyol
16.- David Jiménez SILVA - 08/01/1986 - MC - SD Eibar
17.- Cesc FÁBREGAS Soler - 04/05/1987 - MC - Arsenal FC
18.- VÍCTOR Casadesús Castaño - 28/02/1985 - DL - RCD Mallorca
19.- BRAULIO Nóbrega Rodríguez - 18/09/1985 - DL - Atlético de Madrid
20.- MARKEL Bergara Larrañaga - 05/05/1986 - MC - Real Sociedad
21.- ROBERTO Jiménez Gago - 10/02/1986 - AR - Atlético de Madrid

Con estos mimbres no era descabellado pensar en reeditar al menos el éxito del anterior Mundial de Emiratos Árabes, e incluso (por qué no) la victoria entraba dentro de lo razonable. Pero como vimos precisamente en ese campeonato de 2003, para alcanzar la final hay que tener en cuenta más factores aparte del propio rendimiento, y en esta ocasión la fortuna no nos acompañó en los cruces, como si ocurriera dos años antes. Y sin esa fortuna, cualquier mínimo bajón en el rendimiento se paga muy caro, y esa fatal combinación terminó por romper los sueños de España.


miércoles, 3 de junio de 2009

2002, Europeo sub'19: Retorna la ilusión

España no atravesaba por su mejor momento en la recién estrenada categoría sub'19. Los nuestros no levantaban el título europeo desde 1995, con una generación en la que destacaban jugadores como Carlitos o Guti, y no se llegaba a una final desde el año 1996. Sí, estaba el tremendo éxito del Mundial sub'20 de Nigeria, pero había llegado precedido de una discreta actuación en el Europeo (sexta posición), y luego se había fallado en la clasificación para el torneo continental de 2000 que daba los billetes para el Mundial de Argentina 2001, lo que nos impidió luchar por revalidar el título. En el último Europeo sub'18, en julio de 2001, se había logrado la tercera posición pero salvo en el último partido en el que se apabulló a Yugoslavia por 6-2 el juego no había sido ni de lejos el que se debía esperar de una selección española. Así que con la introducción de la nueva categoría esperábamos también que se pasara página y que nuestros chavales pudieran demostrar también en juveniles las buenas maneras que casi siempre apuntaban en cadetes.

El momento era el propicio, puesto que suponía la despedida de Iñaki Sáez a las categorías inferiores antes de hacerse cargo de la Selección absoluta, y llegaba cuando todavía teníamos fresco en la memoria el recuerdo de la barrabasada que nos despidió del Mundial 2002 antes de tiempo, por lo que era la primera ocasión que teníamos para reconciliarnos con el fútbol. Además, el Europeo de Noruega 2002 era clasificatorio para el Mundial sub'20 de Emiratos Árabes 2003, un objetivo marcado en rojo por los nuestros para borrar con una buena actuación el mal sabor de boca dejado por la ausencia en Argentina. La generación de 1983, encabezada por Jose Antonio Reyes y Daniel Jarque, se vio reforzada por algunos de los Campeones de Europa sub'16 de 2001, como Miguel Ángel Moyá y sobre todo Andrés Iniesta y Fernando Torres, llamados a marcar diferencias ya desde su primera aparición como juveniles. España compartía grupo con la República Checa, Eslovaquia y la anfitriona Noruega en un torneo corto cuyo formato (vigente desde 1993) no permitía el más mínimo tropiezo para quien quisiera alzarse con el triunfo: sin semifinales, el primero pasaría directamente a la final, y el segundo disputaría el tercer y cuarto puesto. El tercero de grupo al menos conseguiría el pasaje para Emiratos Árabes.

Así que era todo o nada desde el primer partido, y ante los checos España salió dispuesta a no dejarse sorprender. Sáez dispuso el 4-2-3-1 con el que tenía pensado actuar en la absoluta y le dio la batuta a Iniesta, flanqueado por varios hombres de mucha calidad: Carmelo, Sergio García, Reyes y Fernando Torres eran los encargados de desarrollar el juego ofensivo diseñado por el albaceteño. Tras un brillante comienzo, Reyes tuvo que ser sustituido al cuarto de hora por Jorge Pina tras sentir unas molestias pero el juego no se resintió demasiado. Sólo había un equipo sobre el campo, el español, y suyas fueron todas las ocasiones, incluyendo sendos cabezazos al larguero de Jarque, pero el dominio no se trasladaba al marcador. Hubo que esperar a que pasado el minuto 60 Iniesta tirara de picardía para transformar una falta mientras el portero checo colocaba una barrera que nadie había solicitado. Tras el gol España siguió mandando y Pina estrelló un nuevo balón en el travesaño, pero el ritmo decayó ligeramente propiciado quizá por las fechas en las que se disputaba el Campeonato (finales de julio), que pillaban a los nuestros en plena pretemporada. Y así, en un despiste defensivo llegó el empate de Sverkos a falta de 10 minutos, gol que fue imposible de levantar. El segundo partido, ante Noruega, fue más tranquilo. Reyes mostró que se encontraba totalmente recuperado y suyas fueron las mejores acciones de un cómodo partido que sirvió para probar a jugadores como Asier Riesgo. A los 24 minutos, Torres regaló el primer gol al sevillano y tras el descanso fue el atlético el que culminó un gran pase de Iniesta. Reyes se encargaría de cerrar la goleada con el tercero a falta de 20 minutos. Con esta victoria se cumplía el primer objetivo, la clasificación para el Mundial sub'20, pero para poder luchar por el título habría que vencer a la sorprendente Eslovaquia, que había vapuleado a Noruega (1-5) y a sus "hermanos" checos (5-2).

Y los nuestros no fallaron, dando una lección de madurez en un complicado encuentro en el que se vieron por detrás en el marcador desde casi el comienzo del mismo, porque a los seis minutos el eslovaco Marek Cech transformaba un libre directo para poner en ventaja a los suyos. Afortunadamente Eslovaquia, que había cortocircuitado a España en un brillante arranque de partido, también se encargó de devolvernos la vida y a los 15 minutos Sergio García aprovechó un mal despeje de un defensa para empatar el partido. Con el gol regresó el aplomo español que parecía haberse quedado olvidado en la caseta, y el resto de la primera parte pasó sin más sobresaltos. Tras el descanso Eslovaquia volvió a plantarse bien sobre el terreno de juego, con la confianza de quien se ve clasificado, pero no podía evitar las cada vez más peligrosas llegadas españolas. Y finalmente el gol acabó llegando: el canario Carmelo, que había sustituido a Reyes, otra vez con molestias físicas, puso un balón medido en la cabeza de Fernando Torres, que batió al meta eslovaco y llevó el júbilo al banquillo español. Con casi media hora por delante Eslovaquia estiró líneas en busca del tanto del empate que les colocaría en la final, pero un inspirado Moyá frustró todas sus oportunidades. Y cuando el partido agonizaba, Fernando Torres se encargó de enterrar las esperanzas eslovacas al culminar magistralmente una contra llevada por Jonan García. Era su tercer gol del campeonato y el jugador del Atlético de Madrid se colocaba ya como máximo artillero del torneo. El rival en la final se conoció al día siguiente y fue la Alemania de Uli Stielike, que lideró su grupo por delante de Irlanda, Inglaterra (que contaba con Jenas, Pennant y Carlton Cole) y Bélgica.

El del 28 de julio fue un partido duro, lo que se espera de una final. Alemania contaba con hombres de mucha fuerza, como el lateral Moritz Volz o el pivote Piotr Trochowski, y Stielike quizá pecó de conservadurismo al apostar por ese juego más físico en detrimento de hombres como Phillip Lahm o David Odonkor que habían brillado en anteriores encuentros. El caso es que en un primer momento el planteamiento alemán pareció triunfar, pero poco a poco España empezó a tocar al ritmo que marcaba Iniesta, al que esta vez no intentaron cazar tan indiscriminadamente como un año antes en Inglaterra. Reyes cobró mayor protegonismo, monopolizando casi todas las acciones de ataque españolas, y sólo la buena actuación del portero Haas ante las ocasiones del propio Reyes, Iniesta y Sergio García evitó que al descanso se llegara con ventaja para los nuestros. Pero faltaba la aparición de Fernando Torres, y el rojiblanco no faltó a su cita. A los diez minutos de la reanudación, un gran pase de Iniesta le dejó en una situación inmejorable: disparado en velocidad contra la portería rival. Entrando en el área, Torres intentó un recorte ante la proximidad de su defensor pero tropezó en el intento y el balón pareció franco para Haas. Entonces, en el último instante, cuando casi nos lamentábamos de la oportunidad perdida, Fernando metió la puntera ante la pasividad del defensa y el esférico salió de aquel barullo de cuerpos directo a la portería (ver gol). De esa manera Torres continuaba con su bendita tradición de marcar el gol decisivo en las finales europeas e iniciaba otra aún más interesante si cabe: marcar el gol decisivo en las finales europeas contra Alemania. Stielike metió enseguida a sus flechas Lahm y Odonkor, pero aunque faltaba un mundo por delante apenas inquietó la meta de Moyá con algún disparo de Trochowski. Con los germanos volcados España pudo sentenciar, pero faltó calma para dar el último pase. En cualquier caso el trabajo estaba hecho, y España se proclamaba Campeona de Europa sub'19 siete años después, con Fernando Torres nombrado nuevamente Mejor Jugador y Máximo Goleador. Con un nuevo título en categorías inferiores bajo el brazo, Iñaki Sáez empezaba a pensar ya en la absoluta y, viendo sus resultados (y aunque no había pasado ni mes y medio desde el escándalo de Al-Ghandour), ¿cómo no ilusionarnos otra vez con la Selección?


sábado, 16 de mayo de 2009

Un vistazo al Torneo Olímpico

En Sidney 2000, el Torneo Olímpico Masculino de Fútbol mantenía (todavía lo hace) su formato clásico de 16 participantes divididos en 4 grupos, de donde saldrían 8 selecciones (los dos primeros clasificados de cada uno de los grupos) que disputarían los cuartos de final. El sorteo se había celebrado varios meses antes, y de hecho cuando España certificó su clasificación en el Europeo sub'21 de Eslovaquia ya sabía quienes serían sus rivales en la primera fase y los posibles contrincantes en las eliminatorias. El azar había deparado los siguientes grupos:


GRUPO A
Australia
Italia
Nigeria
Honduras

GRUPO B
España
Chile
República de Corea
Marruecos

GRUPO C
Camerún
República Checa
Estados Unidos
Kuwait

GRUPO D
Brasil
Eslovaquia
Sudáfrica
Japón


Encuadrada en el Grupo B, España debutaría ante la selección surcoreana para jugar luego ante Chile y cerrar la primera fase contra Marruecos. El rival de cuartos de final saldría del Grupo A, donde se encontraban dos de las grandes favoritas al Oro, Italia (campeona de Europa) y Nigeria (vigente campeona olímpica), y en una hipotética semifinal el enfrentamiento sería con algún equipo de la otra parte del cuadro. Además de Sidney, las sedes serían las ciudades de Brisbane, Camberra, Adelaida y Melbourne. Como quedó dicho en la anterior entrada, los partidos comenzarían el día 13 de septiembre, dos días antes de la Ceremonia de Inauguración, y el primer encuentro de España sería el día 14 en Adelaida. La final quedaba fijada para el mismo día de la Clausura, el 30 de septiembre, y tendría lugar a mediodía en el espectacular Estadio Olímpico de Sidney.


Al frente de la escuadra española acudía Iñaki Sáez, y bajo su mando una muy buena generación de futbolistas, casi todos asentados ya en Primera División pese a su juventud y, como de costumbre en España, todos menores de 23 años. La lista de inscritos fue la siguiente:

Nº - Pos - Nombre y apellidos - Nacimiento - Club
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1 . PO Daniel ARANZUBIA Aguado - 18/09/1979 - Athletic Bilbao
2. DF Jesus Mari LACRUZ Gómez - 25/04/1978 - Athletic Bilbao
3. DF Joan CAPDEVILA Méndez - 03/02/1978 - RC Deportivo La Coruña
4. DF Carlos MARCHENA López- 31/07/1979 - SL Benfica
5. DF UNAI Vergara Díaz-Caballero - 20/01/1977 - Villarreal CF
6. MC David ALBELDA Aliqués - 01/09/1977 - Valencia CF
7. DL Miguel Angel ANGULO Valderrey - 23/06/1977 - Valencia CF
8. MC XAVI Hernández Creus - 25/01/1980 - FC Barcelona
9. DL JOSE MARI Romero Poyón - 10/12/1978 - AC Milan
10. MC GABRI García de la Torre - 10/02/1979 - FC Barcelona
11. MC Jordi FERRÓN Forné - 19/08/1978 - Real Zaragoza
12. DF Carles PUYOL Saforcada - 13/04/1978 - FC Barcelona
13. DL Albert LUQUE Martos - 11/03/1978 - Real Mallorca
14. DF Iván AMAYA Carazo - 03/09/1978 - Atlético de Madrid
15. MC ISMAEL Ruiz Salomón - 07/02/1977 - Racing Santander
16. MC Toni VELAMAZÁN Tejedor - 22/01/1977 - RCD Espanyol
17. DL Raúl TAMUDO Montero - 19/10/1977 - RCD Espanyol
18. PO FELIP Ortiz Martínez - 27/04/1977 - CF Extremadura


Cuando iniciaron el largo viaje a Australia no lo sabían, pero en las antípodas estos 18 jugadores lograrían inscribir su nombre junto a otros medallistas olímpicos de nuestro fútbol como los clásicos Zamora, Samitier o Pichichi (plata en Amberes 1920) o los más recientes Kiko, Guardiola o Luis Enrique (campeones en Barcelona 1992). Y aunque sólo la mala suerte les privó de conseguir el oro, después de otro fracaso de la selección absoluta aquel nuevo éxito de las categorías inferiores nos reconcilió con la Roja, llenándonos otra vez de esperanza para un futuro que tardó en llegar pero que sin duda hizo que la espera mereciera la pena.


miércoles, 29 de abril de 2009

Iñaki Sáez, 10 años después

El recuerdo a los hombres que lograron el primer campeonato mundial que luce en las vitrinas de la Federación Española (y el único si excluímos al fútbol sala) no estaría completo sin una referencia a la persona que dirigió a aquel grupo al éxito. Así que hoy toca repasar la vida de Iñaki Sáez desde aquella cálida tarde en Lagos en la que finalmente pudo cumplir la promesa de dedicarle el título a su desaparecida madre.

Si bien antes de ir a Nigeria su posición era algo cuestionada, como comentamos en su momento, tras el campeonato Mundial las dudas que pudiera haber sobre su valía quedaron completamente despejadas. Al triunfo en Nigeria le siguió al año siguiente la plata en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, con un equipo formado por algunos campeones mundiales como Aranzubia, Marchena, Xavi o Gabri junto a otros jóvenes ya establecidos en Primera como Jose Mari, Angulo, Tamudo o Albelda, un éxito indudable que por supuesto tendrá su merecido espacio en futuras entradas. La no clasificación para el Europeo sub'21 de 2002 tras caer ante Portugal por el valor doble de los goles en campo contrario fue vista como un simple tropiezo para un generación que salvo excepciones como las de Xavi y Casillas no acababa de dar el salto a la élite del fútbol, y por eso cuando Jose Antono Camacho anunció su marcha del banquillo de la selección absoluta el nombramiento de Iñaki Sáez como nuevo seleccionador no levantó demasiada polémica. Su perfil era el de un hombre tranquilo, con experiencia y éxito en las categorías inferiores y que por tanto no debería tener problemas en realizar el relevo generacional que se debía producir tras el Mundial de Corea y Japón. Clásicos como Hierro, Nadal, Guardiola o Luis Enrique abandonaban la selección, y nadie mejor que él para ayudar a que los campeones juveniles dieran el salto a la absoluta y consiguieran en ella los mismos triunfos que se lograban en las divisiones inferiores de la Selección.

Con esa premisa inició su andadura en el cargo, haciendo debutar a Orbaiz y Marchena, pero el equipo no carburaba. Su férreo 4-4-2 chocaba con el estilo de juego de hombres como Valerón y con la dupla Albelda-Baraja se carecía de un organizador claro. No obstante, la clasificación para la Eurocopa de Portugal parecía bien encaminada hasta junio de 2003. En una semana negra se perdió en Zaragoza contra Grecia y se empató en Belfast, por lo que se llegó a las últimas jornadas dependiendo de los helenos para lograr la plaza directa. Los de Rehaggel no fallaron y por primera vez España debería ir a una repesca. En ella se superó a Noruega con menos apuros de los previstos, sobre todo en la vuelta en Oslo, y se encaró la Eurocopa con las expectativas por las nubes. En los últimos amistosos se comprobó que el equipo ofrecía una atractiva variante sobre el sistema tradicional, y es que además del consabido 4-4-2 con Etxeberría, Vicente, Raúl y Morientes como hombres ofensivos, había una serie de jugadores que parecían encajar mejor con un sistema menos encorsetado. Xavi, Xabi Alonso, Joaquín, Valerón, Luque y Fernando Torres ofrecían un juego más dinámico que los teóricos titulares, aunque se sacrificaba el supuesto equilibrio que daba la formación clásica. El debate sobre qué equipo debería usar Sáez en la Eurocopa se instaló en la calle, alentado por la baja forma de Raúl, cuya titularidad comenzaba a ser discutible.

En la convocatoria definitiva para Portugal Iñaki Sáez hizo un guiño a los campeones juveniles incluyendo, junto a los ya fijos Casillas y Marchena, a Xavi, Gabri y Aranzubia, aunque ninguno de los tres tendría minutos en el torneo. En el primer partido se obtuvo una trabajada victoria ante Rusia por 1-0 con gol de Valerón, que marcó al minuto de entrar al campo. El juego no fue vistoso pero se dio por bueno visto el resultado. Los problemas comenzaron en el segundo partido. Se preveía que Grecia, que llegaba también con 3 puntos, se encerrara en su área y dejara la iniciativa al cuadro español. Para afrontar un partido así muchos pensaron que era el momento de apostar por esa segunda unidad más creativa y con más velocidad y dinamismo en la circulación de balón, pero Sáez siguió confiando en su idea primigenia y sacó al mismo once que ante Rusia. El gol de Morientes pareció dar la razón al seleccionador, pero tras el empate heleno en la segunda parte se vio que el equipo carecía de ideas para atacar una defensa tan firme, y los cambios produjeron una mezcla de estilos que tampoco resultó. El partido contra los anfitriones se encaraba con 4 puntos y ahora resultaba decisivo, justo lo que se pretendía evitar. Las críticas a Sáez por no sacar de inicio ante los griegos a los jugadores con más capacidad para mover el balón fueron muy duras y pudieron con él. Ante Portugal, en un encuentro que se preveía más igualado y en el que sí parecía más necesario apuntalar el centro del campo, decidió sacar un once similar al que se le había "pedido" en el partido contra Grecia, con Xabi Alonso, Joaquín y Torres. El resultado fue un choque demasiado abierto en el que Portugal se manejó a sus anchas e impuso su mayor técnica individual, ejemplificada en el duelo entre Cristiano Ronaldo y Raúl Bravo, en el que el de Madeira volvió literalmente loco al lateral madridista. Un solitario gol de Nuno Gomes y una pizca de mala suerte en el remate certificaron la derrota y la eliminación.

Las críticas se recrudecieron y el desangelado regreso de la expedición, con los jugadores volviendo cada uno por su lado y sin el traje oficial, significó la sentencia pública a Sáez. Tras intentar calmar los ánimos, Villar tuvo que apartarle del cargo y decidió encomendarle de nuevo la dirección de la selección sub'21, que había fracasado en su intento de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Sin embargo, pese a contar con un grupo de calidad y experimentado en Primera División, no pudo clasificarse para el Europeo de Holanda 2006 (en la primera fase de grupos Bélgica y Serbia-Montenegro quedaron por delante), ni tampoco para el del año siguiente y, consecuentemente, para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 (se cayó ante Italia en la eliminatoria previa al Europeo). Después de estos malos resultados, y aunque las críticas no fueron excesivas (quizá por la falta de atención que en los últimos tiempos ha recibido la sub'21), su presencia en el staff de la Federación ya sólo se entendía por su amistad con el presidente Villar. Finalmente, Iñaki Sáez anunció que dejaría el cargo en verano de 2008, coincidiendo con su jubilación y con la llegada de Fernando Hierro a la Dirección Deportiva. Su último partido oficial fue el 25 de marzo de 2008 en Antequera, en un encuentro ante Kazajstán que se ganó por 5-0 y que dejó encarrilada la clasificación para el Europeo de Suecia de este año. Así, apartado de los focos, casi en silencio, se despedía del fútbol el hombre que supo llevar a un grupo de chavales a la cima del mundo.


Próxima entrada: Muchos eran los llamados...

viernes, 24 de abril de 2009

Japón - España: Historia sin historia

0-4

Cuando el árbitro argentino Angel Sánchez decretó el final del partido, hacía mucho que el encuentro había acabado. Quizá los casi diez minutos que España llevaba deambulando por el campo sin querer hacer más sangre del rival caído, o tal vez la media hora larga que hacía que la estrella rival había sido sustituída. Puede que el partido se acabara un poco antes, con el cuarto gol español, o que llegara al descanso ya finiquitado. En todo caso, aquella histórica final fue un partido sin historia. En una final, pocas veces dos equipos cumplen tan a rajatabla el guión establecido. Pero aquella tarde, ambas selecciones saltaron al césped del Estadio Nacional de Lagos dispuestas a interpretar sin fisuras el papel que se les había asignado: España favorita, Japón víctima.

Y pocos regalos de cumpleaños habrá recibido Iñaki Sáez como en su 56 aniversario: una final de un Mundial, un equipo que funciona solo y un amable rival dispuesto a colaborar con la fiesta. Así que sólo quedaba poner en marcha la maquinaria española sacando al once habitual y sentarse a disfrutar del espectáculo, sin presión. Porque aquella selección salía igual de enchufada en todos los partidos, y no solía tardar en dejar el primer destello. En esta ocasión, el chispazo salió de la conjunción entre un portero parsimonioso y un árbitro puntilloso: a los cinco minutos Minami se dio un paseo por su área con el balón en las manos y Sánchez decretó libre indirecto por pasos. Barkero no desaprovechó el regalo y fusiló la meta nipona por primera vez. Desde aquel momento se despejaron las pocas dudas que pudiera haber sobre el signo del partido. Sin su cerebro Shinji Ono, sancionado por acumulación de amonestaciones, Japón comprendió que la batalla estaba perdida y España inició su juego veloz y combinativo con el resultado habitual: varias acciones brillantes y tres goles en media hora. Sin demasiado esfuerzo, España penetraba en la defensa nipona cuando y como quería, mostrando la superioridad que se le suponía antes del partido. A los 15 minutos Pablo hizo el segundo aprovechando un gran pase de Xavi que le dejó mano a mano con el portero japonés, y repitió en el minuto 32 culminando una gran jugada colectiva. Entre medias, un par de acercamientos sin excesivo peligro de Takahara, el único que parecía dispuesto a presentar algo de batalla.


Así que cuando arrancó la segunda parte, con el partido definitivamente sentenciado, los esfuerzos españoles se centraron en pensar cómo celebrar el título y en ayudar a Pablo a conseguir el trofeo de máximo goleador en solitario, ya que con los dos goles de la primera parte sumaba 5 y empataba con Dissa, de Mali. A los cinco minutos de la reanudación, una triangulación perfecta dejó el balón a sus pies pero, obstaculizado por un defensor, tuvo que ceder el esférico a Gabri, que había iniciado la jugada y la remató como se merecía. Un nuevo gol para el barcelonista que hizo que Troussier, el técnico francés que dirigía a Japón, sacara la bandera blanca retirando a Takahara. España empezó a recrearse, perdiendo la oportunidad de marcar más goles por el afán de que Pablo culminase todas las jugadas, topándose a veces con el portero nipón (que pese al primer error y a la goleada fue de lo mejor de su equipo) y a veces con los fueras de juego señalados por un ugandés, Ali Tomusange, que 3 años más tarde sería copartícipe en el escándalo Al-Ghandour. Sáez retiró a tres de los más destacados a lo largo del torneo, Varela, Gabri y Barkero y, tal y como marcaba el guión, en medio de la alegría general se llegó a ese final que ya estaba escrito antes de empezar. Alrededor de las siete de la tarde, una hora más en la península ibérica, con cierta timidez y con cara de quien sabe que ha cumplido con su deber, Pablo Orbaiz levantó la copa: España era Campeona del Mundo sub'20.



Ficha del Partido:
Final del Campeonato del Mundo sub'20 disputada en el Estadio Nacional (Lagos). 38.000 espectadores.
JAPON 0: Minami (GK); Tsujimoto, Teshima, Sakai; Nakata, Ogasawara, Motoyama, Endo, Ujie (-45, Inamoto); Nagai (-69, Takada), Takahara (C) (-56, Bando)
ESPAÑA 4: Aranzubia (GK); Coira, Bermudo, Marchena, Jusué; Orbaiz (C), Xavi, Varela (-63, Rubén), Barkero (-80, Aganzo), Gabri (-71, Colsa), Pablo
Goles: 0-1 Barkero (ESP, min. 5), 0-2 Pablo (ESP, min. 14), 0-3 Pablo (ESP, min. 33), 0-4 Gabri (ESP, min. 51)
Arbitro: Angel Sánchez (ARG)
Tarjetas: Bermudo (ESP, min. 16), Endo (JPN, min. 47), Jusué (ESP, min. 50), Orbaiz (ESP, min 73)

Ficha Oficial disponible en FIFA.com
Crónica del diario El País (por Luis Gómez)


sábado, 11 de abril de 2009

Zambia - España: siesta de luto

0-0

Decía Jorge Manrique en sus famosas coplas que "Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir". El río de Marcelina Ruiz, madre del seleccionador Iñaki Sáez, llegó a su desembocadura el día siguiente a la victoria ante Brasil, y el dolor inundó la concentración española. Inmerso de lleno en el campeonato, Sáez no quiso acudir al funeral para no quebrar aún más la rutina de sus chicos, y entendió que la mejor forma de honrar la memoria de su progenitora era dedicarle su propia elegía: no sería tan estremecedoramente emotiva como la de Manrique, pero si igualmente brillante, aunque se escribiera sobre el césped y no sobre un viejo pergamino. Desde aquel momento, ganar el campeonato se convirtió en una obsesión personal cuya consecución serviría para aliviar un poco la profunda pena que el seleccionador albergaba en su interior.

En medio de la tristeza general, y con el preceptivo brazalete negro, el jueves 8 de abril a las 4 de la tarde la selección española saltaba al césped del estadio de Calabar, bastante perjudicado ya por los partidos disputados y el intensísimo calor reinante, con el objetivo claro de derrotar a Zambia para dedicarle un triunfo al seleccionador y de paso certificar su pase a octavos de final. En la primera jornada los africanos había derrotado por 4-3 a Honduras en un choque trepidante y compartían la primera plaza del grupo con España. Sáez dispuso a los mismos once que tan brillantemente habían superado a Brasil 3 días antes, pero esta vez el calor y el oden zambiano atascaron la máquina española. La selección empezó dominando, con llegadas de Varela y Barkero, pero aquella tarde la conexión blaugrana entre Xavi y Gabri no funcionaba, Pablo se perdía en la maraña defensiva africana y el punto de mira de nuestros extremos estaba desviado. Tras el esperanzador comienzo, pronto las fuerzas fueron decayendo y el partido perdió ritmo. Zambia no atacaba y España parecía ahogarse en el horno en que se había convertido el rectángulo de juego.

En la segunda parte Sáez buscó un revulsivo con la entrada de Yeste por Marchena, pero no dio resultados y el partido siguió la misma tónica aburrida de la primera parte, aunque con los africanos cada vez más incisivos. Cerca del final Pablo estuvo a punto de inaugurar el marcador, pero no acertó en el remate y se llegó al término de los 90 minutos con el resultado inicial y todos contentos, puesto que con 4 puntos ambos equipos parecían tener el pase a octavos bastante bien encarrilado.


Ficha del Partido:
Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo F celebrado en el estadio U.Y. Esuene (Calabar). 8.000 espectadores.
ZAMBIA 0: Mumba (GK); Zimba (-89, Lungu), Mwaba, Kampamba (-61, Nsofwa), Simutowe, Bakala (-73, Makayi); Mbambara, Sinkala (C), Mangamu, Mutapa; Chiwtu
ESPAÑA 0: Aranzubia (GK); Coira, Bermudo, Jusué, Marchena (-59, Yeste); Orbaiz (C), Xavi, Varela (-70, Alex), Barkero (-59, Rubén); Gabri, Pablo
Goles:
Arbitro: Felipe Ramos Rizo (MEX)
Tarjetas: Sinkala (ZAM, min. 62), Yeste (ESP, min. 64)

Ficha Oficial disponible en FIFA.com
Crónica del diario El País (por Luis Gómez)

viernes, 10 de abril de 2009

La lista de Sáez


Iñaki Sáez había llegado a las categorías inferiores de la selección española de la mano de su buen amigo Javier Clemente, con la misión de sustituir a Andoni Goicoetxea. Sáez se hizo cargo de la sub'21 tras los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, donde la selección (con Clemente en el banquillo y jugadores como Raúl, Iván de la Peña, Santi Denia, Fernando Morientes o Gaizka Mendieta en el campo), cayó estrepitosamente en cuartos de final ante la Argentina de Javier Zanetti, el Piojo López, Diego Simeone o el Muñeco Gallardo, un equipo que parecía invencible pero que fue brillantemente derrotado en la final por el empuje de Nwankwo Kanu y sus compañeros nigerianos.

Al año siguiente, en el Mundial sub'20 de Malasia, la generación de David Albelda, Farinós y Angulo cayó nuevamente en cuartos de final ante la República de Irlanda, donde destacaba un imberbe Damien Duff. Como Clemente en la absoluta, Iñaki Sáez lograba grandes resultados en las fases clasificatorias pero acababa fallando en las grandes citas. Pero tras estos desiguales resultados, en 1998 Sáez lograría el Europeo sub'21 de la mano de Guti e Iván Pérez Muñoz, autor de los 3 goles de España en la fase final celebrada en mayo en Rumanía. Este éxito pudo ser clave en su continuidad al frente de los combinados sub'20 y sub'21 después de la turbulenta salida del rubio de Barakaldo de la selección absoluta. Con el país todavía dolido por el fracaso en Francia 1998 (donde caímos sorpresivamente en la primera fase, superados por Paraguay y... Nigeria) y la debacle en Chipre, la llegada de Jose Antonio Camacho abría una nueva época de esperanza, y Sáez era visto casi como un reducto del antiguo régimen.

En octubre de 1997 los sub'18 comenzaron la clasificación para el Europeo del año siguiente, en el que se jugarían las plazas para el Mundial sub'20 de 1999. Dirigidos por Sáez y Teodoro Nieto, nuestros juveniles acabaron líderes invictos de un grupo que compartían con Bélgica e Italia. Ya en 1998, se pasó con apuros la eliminatoria ante Israel que dio acceso a la fase final, puesto que tras la victoria por 0-2 en el país hebreo se perdió por 1-2 en casa. En julio de 1998, en la fase final de Chipre, España quedó encuadrada en el grupo 1 con Alemania, Portugal y Lituania. La igualdad fue máxima y alemanes, portugueses y españoles acabaron empatados a 6 puntos, por lo que el pase a semifinales se decidió por el gol-average. La derrota por 1-4 ante Alemania fue decisiva y España quedó fuera de la lucha por un título que acabó viajando a Irlanda; no obstante, la tercera plaza en el grupo concedía a la selección uno de los dos últimos billetes europeos para Nigeria.

Durante la temporada 1998-1999, los componentes de la generación del 79 fueron madurando y algunos como Xavi, Yeste o Gerard disfrutaron de minutos en Primera. El Mundial se acercaba, y finalmente la lista de los 18 convocados que se dio a conocer a mediados de marzo fue la siguiente:


Nº - Pos - Nombre y apellido - Nacimiento - Club
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1 G Daniel ARANZUBIA Aguado 18/09/1979 Athletic Bilbao
2 D Pablo COIRA Lojo 18/10/1979 Compostela
3 D David BERMUDO Rubio 30/11/1979 FC Barcelona
4 D Francisco Javier JUSUE Garcés 30/11/1979 Atletico Osasuna
5 D Pablo ORBAIZ Lesaca 06/02/1979 Atletico Osasuna
6 M Carlos MARCHENA López 31/07/1979 Sevilla FC
7 M GABRIel Francisco García de la Torre 10/02/1979 FC Barcelona
8 M XAVIer Hernández Creus 25/01/1980 FC Barcelona
9 A PABLO González COUÑAGO 09/08/1979 Numancia
10 M Gonzalo COLSA Albendea 02/04/1979 Logroñes
11 M Francisco Javier YESTE Navarro 06/12/1979 Athletic Bilbao
12 M Fernando VARELA Ramos 01/09/1979 Real Betis
13 G Iker CASILLAS Fernández 20/05/1981 Real Madrid
14 A Alejandro LOMBARDERO Menéndez 01/03/1979 Lugo
15 M GERARD López Segú 12/03/1979 Alavés
16 M Jose Javier BARKERO Saludes 27/04/1979 Real Sociedad
17 A RUBÉN SUÁREZ Estrada 19/02/1979 Sporting Gijon
18 D ALVARO RUBIO Robres 18/04/1979 Zaragoza


Pero esa no iba a ser la lista definitiva. El día antes de viajar a Nigeria, una de las estrellas del equipo, Gerard, se lesionó en un partido de la sub'21 en Holanda. A última hora, Sáez se vio obligado a llamar a DAVID AGANZO (10/01/1981), delantero del Real Madrid, y que junto a Casillas era el único que no pertenecía a aquella generación de jugadores. Aganzo se incorporó al grupo ya en Nigeria, y en aquel instante quedó conformada una plantilla destinada al triunfo.