sábado, 12 de septiembre de 2009

Juan Santisteban, forjador de campeones

Si las selecciones inferiores españolas son lo que son y consiguen los éxitos que consiguen es, evidentemente, gracias a la calidad de sus jóvenes jugadores. Pero del mismo modo es evidente que quienes los escogen y dirigen tienen también mucha parte de culpa. En este punto es de justicia reconocer la inmensa labor que realizan los miles de entrenadores que se pasan las tardes en humildes campos de tierra sin más aspiraciones que hacer que unos críos se entretengan y disfruten con el fútbol, en la mayoría de las ocasiones hasta poniendo dinero de sus bolsillos para ello. Obviamente hay otros técnicos que tienen la fortuna (seguramente merecida) de pertenecer a la órbita de grandes clubes, y que son los encargados no ya de enseñar y entretener, sino también de pulir a las verdaderas joyas del mañana, aquellos chavales tocados por la varita del talento que están llamados a nutrir las plantillas profesionales del futuro y que son descubiertos tras un concienzudo y metódico trabajo de búsqueda por esos modestos campos de entrenamiento. Y volviendo al comienzo, en lo más alto de esta pirámide estarían los encargados de buscar lo mejor de entre lo mejor, quienes eligen a los más capacitados para representar a nuestro país en cada categoría y los dirigen al éxito. Y es aquí donde surge imponente la figura del mejor entrenador de fútbol base del continente (así fue reconocido por la UEFA), Juan Santisteban, alguien que, pese a ocupar esa cima del escalafón, alberga en su interior a uno de esos entrenadores de barrio que se dejan la piel por tratar de llevar por el buen camino a unos chavales de 15 años. Porque sus innumerables éxitos probablemente no serían tantos sin ese espíritu educador y paternalista que caracteriza a este sevillano, veterano de mil batallas y que ha conocido en su dilatada carrera todas las caras del complejo prisma que es el fútbol.


Su labor nunca se verá lo suficientemente recompensada públicamente, y por eso desde este humilde blog habíamos pensado en elaborar un pequeño repaso a su trayectoria a modo de homenaje. Pero recopilando información para tal fin, y después de encontrar frases lapidarias como que casi nunca recibe llamadas de ex-pupilos para pedirle consejo porque "Cuando un jugador de fútbol se transforma en futbolista profesional casi siempre desarrolla un ego que no se lo permite. Si me cruzo con alguno puede ser, pero llamarme exclusivamente para eso, casi nunca", apareció esta joya, publicada por Luis Nieto en el diario As del 3 de junio de 2008, unos días antes de que España se alzara por fin con su primer gran título internacional en categoría absoluta en 44 años y de que, paralelamente (y con mucho menos ruido mediático, seguro que como él prefería), Santisteban pusiese fin a veinte años de impecable trabajo para la Real Federación Española de Fútbol. A continuación nos tomamos la licencia de enlazar el citado reportaje, en el que él mismo detalla algunos pasajes de su vida que nos sirven para entender un poco más la grandeza del personaje y, sobre todo, de la persona:

De compañero de Di Stéfano y Puskas a instructor de Bojan. Ha sido larguísima la estancia de Juan Santisteban Troyano (Sevilla, 1936) en el fútbol, tanto como para ganarse la Medalla al Mérito Deportivo en su versión de plata. El 30 de junio, camino de los 72 años, acaba su contrato como técnico de categorías inferiores y es probable que no renueve. Si es así, tendrá el final perfecto. Acabará como campeón de Europa Sub-17, tras un manteo de admiración y reconocimiento por parte de su último alumnado.
Santisteban perdió a sus padres a los seis años y hasta los dieciséis estuvo en el durísimo Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. "La disciplina era terrible y se pasaba mucha hambre en aquella España de finales de los cuarenta. Aquellos ochocientos chavales nunca supimos a qué sabía la carne. Teníamos que conformarnos con un trocito de pollo el día del Pilar". El fútbol en los dos patios de aquel internado de la calle Serrano era un buen consuelo. Partidos entrecruzados entre docenas de chavales que se las apañaban para distinguir al compañero, al adversario y al ajeno durante el largo invierno. Porque el verano era otra cosa. Santisteban lo pasaba en Sevilla y allí jugaba partidos con los juveniles del Betis (antes probó en el Sevilla). "Hasta que un día, cuando tenía 16 años, vino el Madrid juvenil a jugar contra el colegio. Debí hacerlo realmente bien, porque Moleiro, el técnico, recomendó mi fichaje". Un cuento de Dickens en un colegio del Madrid de 1952.
(...)
(Luis Nieto, diario As)
Como veis, poco más que añadir. Sólo que veintitantos días después de la publicación de esta entrevista, la realidad nos mostró que tarde o temprano se recogen los frutos de un trabajo tan espectacular como el suyo. Y seguro que mientras salía por última vez de la Ciudad del Fútbol de la RFEF, en su cabeza se agolpaban muchos momentos vividos con quienes esos mismos días eran recibidos como héroes por toda España. Nuestros campeones. Sus chicos. De todo corazón, gracias.

4 comentarios:

  1. Personalmnte creo que la figura de este excelso hombre de fútbol se ha mantenido siempre en un segundo plano para mi de una forma injusta. Por motivos laborales alguna vez he coincidido con él en algún acto y sbre todo me ha llamado la atención su humildad y las ganas de quitarse protagonismo. Un señor de los pies a la cabeza. Un saludo
    http://deparadinha.blogspot.com

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  2. Es injusto pero en cierta manera él mismo ha preferido mantenerse en ese segundo plano, como dices va con su personalidad y se entiende al conocer su vida. Además el fútbol base no suele ser un tema que acapare portadas y quizá por eso su trayectoria haya pasado desapercibida para el aficionado medio que sólo se guía por la actualidad más mediática, pero creo que todos los que amamos el fútbol en todas sus vertientes (que somos muchos) le tenemos en altísima estima, como no puede ser de otra manera. Un saludo, precisamente ayer estuve ojeando tu blog y me pareció muy interesante, te agrego al blogroll

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  3. EStá claro que él ha preferido estar en ese segundo plano que mencionas, además cuando uno se acomoda en una faceta y es bueno en lo que hace, le cuesta cambiar de palo, sobre todo si eres como él que huye de los focos y de el primer plano. Además para trabajar con gente tan jóven hay que tener una exquisitez en el trato que no todos los entrenadores tienen por muy preparados que estén, así que es lógico que alguien tan válido haya llegado a la edad de él cosechando éxitos. Como comentas en otra entrada aun es pronto para valorar la etapa Hierro, pero si este fenómeno todavía seguía con ganas ( cosa que desconozco) merecería sin duda haber seguido trabajando hasta que él quisiera, me parece que esos valores que ha inculcado a tantas generaciones nunca caducan. Saludos

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  4. Hombre, en la entrevista de FIFA.com que enlazo en el segundo párrafo ya decía que empezaba a estar cansado de tanto viaje y que podría ser su última competición importante (era el mundial sub'17 de 2007), pero siendo como es no sé si lo diría de verdad o porque se olía que no le iban a renovar. De todas formas si no estaba "harto" de esto (tiene 73 años) podría haber seguido aportando cosas, aunque fuera sólo como asesor. No sé si se ha apartado él o le han dejado al margen, lo que sí sería muy triste

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