Después de haber celebrado tres
ediciones de categoría sub’16, la FIFA cambió sus normativas de edad y el de
1991 se programó como el primer Mundial de categoría sub’17 de la historia. Ecuador
fue la sede designada inicialmente para acoger el campeonato; por desgracia, a
comienzos de aquel mismo año se desató una epidemia de cólera en Sudamérica que
afectó gravemente a numerosas regiones del país andino y la FIFA se vio
obligada a trasladar el torneo a Europa. Aunque en un primer momento se afirmó
que España sería la sede de emergencia, finalmente el gran éxito organizativo
que había sido el Mundial absoluto de 1990 hizo que Italia fuera el anfitrión
elegido. Superada la crisis sanitaria, Ecuador acogería el Mundial sub’17 de
1995 (curiosamente, en 1995 el Mundial sub’20 se tuvo que celebrar en Qatar por otra epidemia de cólera, esta vez en Nigeria, país que como sabemos acabó organizando el de 1999), pero el caso es que en 1991 dieciséis selecciones prejuveniles
se plantaron en la Toscana dispuestas a pasar la segunda quincena de agosto en aquel
incomparable marco, pues la bella región acogió el campeonato en su totalidad. Montecatini
fue la base de operaciones de todos los equipos y los partidos se disputaron en
dicha localidad y en Viareggio, Carrara, Massa y Livorno, quedando reservado el
Comunale de Florencia como escenario de la gran final.
En la portada del Informe Técnico se puede observar la línea que prolongaba la frontal del área para delimitar la zona de aplicación del fuera de juego. |
España, selección debutante en un
Mundial de esta categoría, llegaba como una de las máximas favoritas gracias al brillante Campeonato de Europa conquistado tres meses antes en Suiza. La
inmensa mayoría de los dieciocho jugadores convocados por Juan Santisteban
habían formado parte de aquella escuadra ganadora; de hecho, de los dieciséis
campeones de Europa sólo el mediocentro mallorquín Gabriel Capó y el portero
madridista Carlos Redondo se quedaron sin acudir a Italia. En su lugar viajaron
el central Felipe Vaqueriza y el meta coruñés Álex Sánchez, mientras que Joyce
Moreno y Pepe Gálvez se beneficiaron de las dos plazas extra. Estos fueron los
elegidos por el seleccionador español:
Núm. - Nombre - Nacimiento -Posición - Club
--------------------------------------------------------------------
1.- Javier LÓPEZ VALLEJO –
22/09/1975 – AR – C.A. Osasuna
2.- José GÁLVEZ Estévez –
03/08/1974 – DL – R.C.D. Mallorca
3.- Carlos CASTRO Caputo –
17/12/1974 – DF – Sevilla F.C.
4.- César PALACIOS Chocarro –
19/10/1974 – DF – C.A. Osasuna
5.- Enrique MEDINA Ortega –
14/09/1974 – DF – Valencia C.F.
6.- RAMÓN González Expósito –
25/11/1974 – DF – Real Valladolid C.F.
7.- JUAN CARLOS Gutiérrez Calderón
– 09/10/1974 – DF – F.C. Barcelona
8.- GERARDO García León –
07/12/1974 – MC - C.A. Osasuna
9.- Carlos Alejandro Sierra
Fumero, “SANDRO” – 14/10/1974 – MC – Real Madrid C.F.
10.- Pedro VELASCO Morón –
08/10/1974 – MC – Real Madrid C.F.
11.- Antonio Segura ROBAINA –
30/11/1974 – DL – U.D. Las Palmas
12.- Juan Carlos MURGUI Pardo –
15/11/1974 – DL – F.C. Barcelona
13.- José Alejandro Sánchez
García, “ÁLEX” – 30/12/1974 – AR – R.C. Deportivo
14.- José Miguel López Quevedo,
“JOSEMI” – 06/08/1974 – DL – Rayo Vallecano
15.- Felipe VAQUERIZA Rodríguez –
23/01/1975 – DF – Real Madrid C.F.
16.- EMILIO José Carrasco Ortiz –
14/11/1974 – MC – U.D. Pavía
17.- Joyce Renato MORENO Venecia
– 29/09/1974 – DF – Real Madrid C.F.
18.- Daniel García Lara, “DANI” –
22/12/1974 – DL – Real Madrid C.F.
Los chavales llegaron a la
concentración previa tras unas largas vacaciones y apenas pudieron disputar un
par de amistosos antes de viajar a Italia, por lo que a Santisteban le costó
mucho devolverles el ritmo de competición. El técnico sevillano optó por usar
la misma alineación tipo del Campeonato de Europa, la formada por López
Vallejo; Castro, Quique Medina, Palacios, Juan Carlos; Gerardo, Sandro,
Velasco, Emilio; Robaina y Murgui. Ramón, que podía jugar tanto de central como
de lateral izquierdo, era la principal alternativa que el seleccionador
manejaba para la defensa, y Gálvez el delantero que solía aparecer desde el
banquillo. El resto de convocados tuvo un papel meramente testimonial: el portero
suplente Álex y Joyce Moreno no llegaron a debutar, Josemi disputó 9 minutos
repartidos en tres encuentros y Dani García Lara sólo jugó el último cuarto de
hora del partido inaugural, mientras que Vaqueriza hizo su debut (aunque
jugando como titular, eso sí) el día de la final, debido a la sanción de Quique
Medina.
Con
tres equipos de cada Confederación (salvo de Oceanía, a la que únicamente
representaba Australia), los participantes se repartieron en cuatro grupos de cuatro componentes, pasando a cuartos de final los dos primeros de cada grupo. España
quedó encuadrada en el Grupo D, junto a Uruguay, Cuba y Ghana. Disputó todos
los partidos de esta primera fase en Livorno y arrancó su participación
mundialista derrotando por 1-0 en un igualado partido a la selección charrúa,
gracias a un gol de Dani en la segunda parte. Superado el primer escollo, el
equipo se soltó en el duelo ante Cuba. Los caribeños sólo habían perdido 2-1
contra Ghana en su debut, aunque ese era un marcador demasiado ajustado que no
hacía justicia a la enorme superioridad mostrada por los africanos. A
diferencia de los ghaneses, España sí estuvo acertada de cara a puerta y el
duelo acabó con un sonrojante 7-2 en el luminoso. Dos goles de Robaina y uno de
Emilio Carrasco abrieron brecha antes del descanso; luego marcaron Murgui, un
defensa cubano en propia puerta (aunque en un principio se le atribuyó el
quinto gol a Robaina y en la web de FIFA se lo adjudican a Velasco), César
Palacios y Ramón, redondeando el resultado sendos tantos de Marten Pellicier y Casamayor
para Cuba. Con ambos equipos ya clasificados gracias a sus dos victorias, el
duelo ante Ghana de la tercera jornada se convertía en decisivo para determinar
la primera plaza del grupo y, de esa manera, evitar a Brasil en cuartos de
final. A España le valía el empate y un 1-1 fue lo que obtuvo, en un atractivo
choque que dejó claro que aquellos dos equipos eran, precisamente junto con
Brasil, los mejores del Mundial. Eso sí, Ghana demostró estar bastante por
encima de los nuestros, que se aliaron con la suerte y la mala puntería rival
para conseguir el resultado deseado. Los africanos impusieron en todo momento su
físico y buen juego colectivo y se adelantaron al comienzo de la segunda parte
con un gol de su capitán Opoku, pero Pepe Gálvez logró la igualada veinte minutos después al
rematar una falta lateral y los de Santisteban consiguieron mantener aquel
marcador hasta el final.
Acabar
como líder de grupo permitía a España evitar a la canarinha, pero ni mucho
menos ofrecía un cruce cómodo: los caprichos de los bombos habían hecho que los
principales favoritos al título tuvieran que enfrentarse en cuartos de final y
España y Ghana debían medirse ahora a Alemania y Brasil, respectivamente,
mientras que los cruces de los otros dos grupos deparaban un Argentina - Australia
y un Qatar - Estados Unidos, partidos desde luego con mucho menos cartel que
los que enfrentaban a los clasificados de los grupos C y D. No obstante, los
norteamericanos eran la principal sorpresa del torneo, pues habían logrado un
pleno de victorias en un grupo nada sencillo que compartían con Argentina e
Italia. Los locales, entre los que destacaban los nombres de Luigi Sartor,
Alessandro Birindelli y, sobre todo, Alessandro Del Piero, no habían estado en
la fase final del Campeonato de Europa (Portugal les eliminó en la fase previa)
y fueron derrotados en el partido inaugural por Estados Unidos, con Del Piero
fallando un penalti que hubiera significado el empate; luego no fueron capaces
de ganar a China y no pasaron del empate a cero contra Argentina.
Sin embargo,
pese a adelantarse al poco de comenzar su partido de cuartos, los
estadounidenses no supieron aprovechar su buen momento de forma y una ordenada
selección qatarí logró el pase a semifinales en la tanda de penaltis. Mientras Brasil y Ghana daban un
magnífico espectáculo en Carrara, lo esperable de aquella auténtica final
anticipada que se resolvió a favor de los africanos por 2-1, en la reedición de
la final del Europeo Alemania sorprendió a España con un gol de Babatz al
cuarto de hora. Pero, al igual que en Berna, los españoles fueron claramente
superiores y merecieron remontar ya antes del descanso, aunque hubo que esperar
a la segunda parte para que Murgui y Robaina dieran la vuelta al partido. En
los últimos compases del encuentro, el rayista Josemi lograba el 3-1 que certificaba el pase de España a la siguiente ronda. Por su parte, Argentina no
tuvo mayores problemas para deshacerse de Australia por 2-1 y sería el rival de
España en las semifinales.
El partido contra la albiceleste,
celebrado en Massa, resultó tremendamente disputado, como no podía ser menos.
España salió mejor, dominando y creando ocasiones, y en el ecuador de la
primera mitad Murgui aprovechó un despeje del meta argentino a disparo de
Emilio Carrasco para anotar el 1-0. A partir de ahí los sudamericanos
comenzaron a aproximarse cada vez más a la portería de López Vallejo, pero sus
puntas, Oliveri y Comelles, no se mostraron tan acertados como en el resto del
torneo y España pudo conservar esa mínima ventaja hasta el final de los 80
minutos reglamentarios. La aparición de Marcelo Gallardo en la segunda parte
supuso un revulsivo para Argentina, pero faltó tiempo para que tuviera impacto
en el marcador. Además del “Muñeco” Gallardo, otros jugadores de aquel equipo
tendrían luego una buena trayectoria profesional, como Rodolfo Arruabarrena y
Claudio Husaín, además por supuesto de un Juan Sebastián Verón que comenzó el
torneo como titular pero fue perdiendo el sitio hasta el punto de no salir del
banquillo en aquel partido de semifinales.
El otro partido de la penúltima ronda se resolvió,
sorprendentemente, en la tanda de penaltis. Como se esperaba, Ghana fue muy
superior a Qatar durante todo el encuentro, pero volvió a mostrar esa
preocupante falta de acierto en el remate que ya había acusado en la primera
fase. Los árabes, muy disciplinados, aguantaron las acometidas africanas con
orden e incluso dispusieron de alguna opción a la contra que no materializaron.
El 0-0 inicial no se movió y, con sólo dos goles marcados en todo el torneo,
Qatar se encontraba a un paso de plantarse en la finalísima. Sin embargo, esta
vez sus lanzadores no estuvieron tan acertados como en cuartos de final y fue
la selección de Ghana la que obtuvo un premio tan sufrido como merecido a tenor
de lo que había mostrado en el campeonato. Los qataríes también perderían el tercer y cuarto puesto ante Argentina en los lanzamientos desde los once metros.
La
final, disputada el 31 de agosto de 1991 en el Comunale de Florencia ante unos
cinco mil espectadores, volvió a evidenciar la superioridad de Ghana sobre España. Se enfrentaban la selección con la media de edad más baja de todos los participantes
(Ghana, 16 años y 1 mes) y la selección con la media de edad más alta (España,
16 años y 8 meses); al menos eso decían los datos oficiales, porque las
sensaciones eran bien diferentes. En el equipo de Ghana había siete jugadores
que ya habían disputado el Mundial sub’16 de 1989 y otros seis que todavía
podrían jugar el Mundial sub’17 de 1993, pero muchos de quienes vieron a los
africanos en directo sospechan aún hoy que tal vez las edades de sus pasaportes
no coincidieran con las reales. En declaraciones a “Mundo Deportivo”, el mismo Juan Santisteban
afirmaba tras el encuentro de la primera fase que “un chaval de 17 años no puede tener tanta experiencia, potencia física y habilidad, juraría que todos rebasan los 20 años”, crítica que repitió al concluir la final. Eterna polémica nunca resuelta que en la década de los
noventa (e incluso a día de hoy) hacía navegar a muchas federaciones africanas y
asiáticas entre la culpabilidad de la trampa voluntaria y el inocente
victimismo derivado de la precariedad administrativa existente en sus países.
En cualquier caso, lo único seguro es que aquella tarde Ghana fue mejor que
España y venció merecidamente en un partido en el que sólo López Vallejo y la
ya consabida mala puntería ghanesa mantuvieron a España con vida hasta los últimos
instantes.
Dirigida por el alemán Otto Pfister, un clásico de los
banquillos africanos, y guiada en el campo por el niño prodigio Nii Odartey Lamptey,
Ghana dominó en todo momento a una España que a duras penas lograba frenar los
continuos ataques rivales. El gol africano parecía simple cuestión de tiempo,
pero entre la gran labor del meta navarro y los errores de los atacantes el
partido se mantenía con el resultado inicial bien entrado ya el segundo tiempo.
Con la importante baja en defensa de Quique Medina por acumulación de
amonestaciones (el central valenciano fue incluido en el Once Ideal del
campeonato), Santisteban optó por dar entrada en el once titular a Vaqueriza,
meter un tercer central como Ramón y colocar a Juan Carlos Gutiérrez, habitual
lateral zurdo, en el centro del campo en detrimento de Pedro Velasco. La idea
era acumular pulmones para perseguir a los potentes jugadores africanos y
fiarlo todo a lo que pudiera cazar Robaina (el otro español presente en el Once
Ideal) o a una acción a balón parado, única parcela en la que España parecía poder competir de igual a igual con sus rivales, pero fue precisamente en
un córner donde llegó el gol de Ghana. A falta de escasos cinco minutos para el
final del partido Duah se aprovechó de un despiste defensivo hispano y,
entrando completamente solo desde el punto de penalti, batió de potente
cabezazo a López Vallejo. Apenas quedaba tiempo para algo más que no fuera tirar
de rabia y coraje y eso fue lo que hicieron los jóvenes españoles, encerrando a
Ghana en su área en varios saques de esquina consecutivos en los que a punto
estuvo de llegar el empate, sobre todo con un cabezazo de César Palacios que un
defensa sacó en línea de gol. Pero el balón no quiso entrar y aquella de
Florencia se convirtió en la primera de las tres finales mundialistas de categoría sub'17 que España ha jugado y perdido a lo largo de su historia (luego vendrían las de 2003 y 2007), todas con Juan
Santisteban como seleccionador.
Gerardo dispara en el duelo ante Cuba. En primer término, Murgui. |
Del Piero marró este penalti ante EE.UU. e Italia no pasó de la primera fase. |
Robaina en el partido de cuartos de final. |
El capitán Juan Carlos en lucha con un delantero argentino. |
Un defensa de Qatar frena a Nii Lamptey. |
En la final España sólo creó peligro a balón parado. |
Emmanuel Duah, en la imagen, fue el autor del único gol de la final. |
Nii Lamptey con la copa del Mundial sub'17. |
Murgui, delantero titular de la sub'17 de 1991 |
Toni Robaina fue la estrella española en el Europeo sub'16 y en el Mundial sub'17 |
Un bagaje demasiado gris para una generación que, como suele ocurrir, creímos que estaba llamada a hacer algo más grande. Quién sabe si el joven Toni Segura, que ha adoptado el nombre futbolístico de su padre, Toni Robaina, podrá vivir las mismas experiencias que su progenitor en las selecciones inferiores; de momento el chaval juega en la cantera del Betis (lo que le permitió a su padre dejar su trabajo en el servicio de limpieza del ayuntamiento de Las Palmas), ha estado en la órbita del Manchester City y ya ha sido convocado por Albert Celades para la selección sub’16 que en 2014 deberá ganarse su presencia en el Europeo sub’17, competición cuyo palmarés sigue dominando España pero que nuestro país no disputa nada menos que desde 2010. Por edad, el joven Robaina todavía podría acudir a la siguiente edición, la de 2015, a su vez clasificatoria para el próximo Mundial de la categoría: tras dos ediciones mundialistas sin España, en las botas del joven Toni y en las de sus compañeros de generación está la oportunidad de emular lo conseguido por aquel equipo que lideraba su padre hace ya más de veinte años. Ojalá.
Alineación de España en la final del Mundial sub'17 de Italia 1991. Arriba: Sandro, Vaqueriza, Palacios, Ramón, López Vallejo, Juan Carlos. Abajo: Murgui, Castro, Robaina, Emilio, Gerardo. |
Fuentes:
Martialay, Félix (2007): "Todo Sobre Todas las Selecciones", Ed. Esteban Sanz
Informe Técnico del Campeonato del Mundo sub'17 1991, disponible en FIFA.com
BDFútbol.com
Hemeroteca "Mundo Deportivo"
(Todas las imágenes han sido extraídas del Informe Técnico del campeonato)
muy grande snedecor, aun lo vi ahora, 4 meses después, pero mereció la pena, muy bueno. Saludos.Josiño.
ResponderEliminarpor cierto, me sorprendió lo de robaina, aunque nunca jugó en un grande, parecía que económicamente le iría mejor. Muy buen artículo otra vez.
ResponderEliminarGracias Josiño, siempre un placer leerte. Pues sí, a veces el fútbol profesional no da para tanto como nos imaginamos. Pocos pueden vivir de las rentas
ResponderEliminarLa verdad es que de cada 100000 que lo intentan solo 3 pueden vivir de las rentas del fútbol, es como en el Mundial sub 20 de Nigeria, celebrado en 1999, de aquella selección solo llegaron a la absoluta Iker Casillas, Carlos Marchena y Xavi Hernández
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