El Campeonato

La FIFA demostró que su apuesta por África iba en serio cuando concedió la organización del Mundial juvenil de 1995 a Nigeria, una de las potencias futbolísticas (y también uno de los países políticamente más estables) del continente negro. Pero problemas en las infraestructuras retrasaron la celebración del primer Mundial en África hasta 4 años después. Incluso en aquel momento, casi todos los equipos participantes tenían serias dudas sobre la capacidad organizativa nigeriana y existía mucho temor ante aspectos como la seguridad de las expediciones, la higiene o las enfermedades tropicales. La mayoría de los equipos limitaron las salidas del hotel a los partidos y entrenamientos, recomendaron entrenarse en manga larga a pesar de las altísimas temperaturas, sólo consumían agua embotellada y sin hielo e incluso alguna selección como Argentina tuvo que lidiar con auténticos ejércitos de mosquitos en sus lugares de concentración. A pesar de todos estos miedos (la FIFA tenía previsto incluso un plan de evacuación de los participantes), o quizá gracias a ellos, no se produjo ningún incidente digno de mención, y el gobierno nigeriano demostró que África también podía acoger una gran cita como esa. Después llegaría la ampliación de plazas para los equipos africanos y la designación de Sudáfrica como organizador del Mundial 2010... pero esa es otra historia.

A la cita nigeriana acudieron 24 selecciones procedentes de las distintas zonas geográficas en las que por aquel entonces se dividía la FIFA: Camerún, Ghana, Mali, Nigeria, Zambia (África); Arabia Saudí, Japón, República de Corea (Asia); Australia (Oceanía); Alemania, Croacia, España, Inglaterra, Kazajstán, Portugal, República de Irlanda (Europa); Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, México (Norte, Centroamérica y Caribe); y Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay (Sudamérica).

Una vez sorteados los grupos, los emparejamientos de la primera fase ya anticipaban algunos duelos entre las favoritas, como un Nigeria-Alemania, un Argentina-Ghana o un España-Brasil:

GRUPO A

Nigeria

Alemania

Costa Rica

Paraguay

GRUPO B
Ghana

Croacia

Kazajstán

Argentina

GRUPO C

Arabia Saudí

Australia

República de Irlanda

México

GRUPO D

Mali

República de Corea

Portugal

Uruguay

GRUPO E

Camerún

Japón

Inglaterra

Estados Unidos

GRUPO F

Zambia

España

Honduras

Brasil

España no tuvo demasiada suerte en el sorteo ya que le esperaba nada menos que Brasil en la jornada inaugural, aunque se confiaba en poder recuperar un hipotético resultado adverso en los siguientes encuentros ante Zambia y Honduras, y el hecho de que se clasificaran los 2 primeros de cada grupo y los 4 mejores terceros suponía tener un gran margen de error. En cualquier caso, los de Sáez deberían aclimatarse cuanto antes a las condiciones atmosféricas nigerianas, con mucho calor y humedad, para poder competir de igual a igual ante unos rivales teóricamente más habituados a los climas tropicales.

Las sedes fueron las ciudades de Kaduna, Ibadan, Enugu, Kano, Bauchi, Calabar, Port Harcourt y Lagos. El partido inaugural, un Nigeria-Costa Rica, sería el 3 de abril en el Estadio Nacional de Lagos, el mismo escenario que acogería la final tres semanas después. Todo estaba listo para que el balón comenzara a rodar y el mundo pudiera descubrir a las estrellas que ocuparían el firmamento balompédico en los años venideros.