sábado, 25 de abril de 2009

La lista de Sáez 10 años después (I)

Un mes antes habían salido hacia Nigeria casi en la clandestinidad, y ahora sus nombres y sus rostros acaparaban portadas y minutos de televisión. En los días siguientes a la consecución del título, mucho se habló y se escribió sobre estos 18 jugadores, se abrieron debates sobre la necesidad de dar más confianza a la cantera y sobre si era realmente necesario fichar tantos jugadores extranjeros. Pero tras las múltiples entrevistas, homenajes y recepciones oficiales, el eco del triunfo se fue apagando poco a poco. Unos meses después, a medida que la imparable máquina de generar noticias que es el fútbol seguía su marcha, sólo se hablaba de los campeones cuando alguno aparecía en Primera. Y un poco más tarde, la nada. Algunos se asentaron rápidamente en la máxima categoría, a otros les costó más, algunos tuvieron un paso efímero, otros simplemente no llegaron. ¿Qué fue de cada uno de los 18 campeones del mundo? En los próximos 3 días nos acercaremos un poco a las dispares carreras de estos chicos que un día fueron, sencillamente, los mejores.


Dani Aranzubia: en 1999 Aranzubia formaba parte del filial del Athletic Club de Bilbao, donde continuó la temporada siguiente al Mundial de Nigeria. Después de alcanzar la medalla de plata en Sidney 2000 pasó a formar parte de la primera plantilla del club bilbaíno, aunque para debutar en Primera tuvo que esperar hasta abril de 2001. Considerado como uno de los guardametas con más futuro de España, no logra asentarse en la portería rojiblanca hasta la temporada 2002-2003. Desde ese momento alterna buenas actuaciones con errores de bulto y da la sensación de que la presión de defender la meta de San Mamés puede con él. Aún así, es elegido por Iñaki Sáez para acudir a la Eurocopa de Portugal de 2004 como tercer portero, y debuta con la selección absoluta en un amistoso ante Andorra previo al torneo continental. Ahí acaba su carrera internacional. Poco a poco va perdiendo el sitio en el Athletic, alternándose con Iñaki Lafuente, hasta que finalmente se produce su salida al Deportivo de La Coruña en el verano de 2008. En el club gallego parece haber recobrado su nivel y se le ve con más confianza; ahora, con 30 años y asentado en Primera, todavía le quedan unas cuantas temporadas de fútbol por disfrutar.

Iker Casillas: no hay mucho que decir que no se sepa de uno de los jugadores más reconocidos del panorama mundial. Su debut en Primera División se produjo en la temporada 1999-2000, aprovechando la lesión de Bodo Illgner y las malas actuaciones del argentino Albano Bizzarri, y desde ese momento sólo César Sánchez fue capaz de apartarle de la portería del Real Madrid durante unos meses, hasta que su aparición estelar en la final de la Champions League de la temporada 2001-2002 (saltando al campo por la lesión del extremeño) despejó todas las dudas que pudiera haber en la mente de Vicente Del Bosque. Su carrera ha sido meteórica y ha estado marcada, además de por sus extraordinarias condiciones, por la fortuna de los elegidos: siempre ha estado en el momento preciso en el lugar adecuado. A los 16 años ya acudió como suplente a un partido de Champions en Noruega por la lesión de Illgner y la no inscripción en el torneo continental del titular del Castilla, en 1999 debutó en liga por las circunstancias ya comentadas, y en 2002, después de su inesperada y exitosa actuación en la final de Glasgow, se encontró con la titularidad de la selección absoluta en el Mundial de Corea por el extraño accidente sufrido por Santiago Cañizares en la habitación del hotel de concentración. Y desde luego Casillas nunca ha desaprovechado esas oportunidades que le ha presentado el destino. A sus casi 28 años está considerado como uno de los mejores porteros del mundo (si no el mejor), es el capitán de la selección nacional y tiene todas las papeletas para superar el récord de internacionalidades de Andoni Zubizarreta. Y por supuesto, sigue fiel a sus camisetas de manga corta.

Pablo Coira: sin duda una de las trayectorias más frustrantes de los 18 campeones. Coira jugaba en el Compostela en Segunda División, y tras su gran actuación en Nigeria el lateral se ganó su fichaje por el Celta. Sin embargo, pese a que llegaba con un cartel inmejorable, no cuajó en el club vigués, donde coincidió primero con Juan Velasco, que le acabó ganando el puesto, y después con el canario Ángel, que llegó como medio pero se acabó reconvirtiendo exitosamente en lateral. Después de lograr la histórica clasificación del Celta para la Champions, en 2003 ficha por el Alavés, recién descendido a Segunda, donde consigue ser titular pero sin apenas rastro del juego que le había hecho ser uno de los más destacados en el torneo juvenil. Desgraciadamente para él (y para el Alavés), Piterman se cruza en su camino y acaba cedido en el Recreativo de Huelva, donde apenas juega; en 2005 regresa sin ficha al Alavés y es cedido al Aris Salónica, donde tampoco tiene minutos. Sin contrato, entrena con el Arousa y realiza pruebas con varios equipos ingleses (Ipswich y Bradford), intenta sin éxito volver al Celta y en 2007 acaba aceptando la oferta del Castelldefels, de la Tercera catalana. A comienzos de esta temporada se incorpora a la plantilla del Espanyol B, donde a sus 29 años intenta reconciliarse con el fútbol.

David Bermudo: acudió a Nigeria siendo pieza importante del filial del Barcelona, pero pese a disputar algún encuentro amistoso y de Copa con el primer equipo no pudo hacerse con un hueco en la primera plantilla y se marchó al Tenerife en la hasta hoy última campaña de los chicharreros en Primera, la 2001-2002. Allí tampoco es un habitual de las alineaciones y en 2003 se va cedido al Algeciras, un recién ascendido a Segunda pero donde sigue sin ser capaz de ganarse el puesto. De vuelta en Tenerife su situación no mejora y en el verano de 2005 ficha por el Almería, donde en su primer año juega más partidos que nunca, 24, pero luego vuelve al ostracismo. En el club almeriense logra el ascenso a Primera pero Emery no cuenta con él y se marcha al Pontevedra, equipo que ya le quiso durante su estancia en Tenerife. Esta es su segunda temporada en Pasarón, en Segunda B.

Fco. Javier Jusué: seguimos con las historias de decepciones. Desde luego, si en 1999 hubiéramos tenido que apostar por cuál de los dos centrales titulares llegaría más lejos, muchos nos hubiéramos decantado por el chaval de Osasuna. Entonces todavía estaba en el filial rojillo, pero su imponente planta y su buen manejo de balón le auguraban una prometedora carrera profesional, y de hecho se llegó a rumorear un presunto interés del Real Madrid por su fichaje. Jusué sube a la primera plantilla osasunista en su vuelta a Primera (2000-2001), y durante las dos primeras campañas alterna la titularidad con el banquillo. Entonces se produce la llegada de Javier Aguirre, que le recomienda una cesión en Segunda para foguearse. Se va al Getafe, donde juega 20 partidos (muchos de ellos fuera de su puesto natural de central), pero a la vuelta de la cesión el mexicano no cuenta con él y tras medio año en blanco tiene que buscar su oportunidad en el Recreativo, nuevamente como cedido. Para su desgracia, su incorporación no es del agrado de Sergio Kresic, entonces entrenador del Decano, que buscaba reforzar otras posiciones y apenas le concede minutos. En verano de 2004 se incorpora a la Cultural Leonesa de Segunda B, donde las lesiones le impiden jugar con regularidad, y al año siguiente ficha por el San Sebastián de los Reyes. En el club madrileño sí consigue una plaza de titular (en Segunda B), y tras dos temporadas decide acercarse a casa fichando por el Logroñés C.F. (no confundir con el histórico C.D. Logroñés) . Pero no pudo llegar en peor momento a un club sin apoyo social y con importantes problemas económicos que acabaron con el descenso deportivo a Tercera y finalmente la desaparición (desgraciadamente el C.D. Logroñés siguió el mismo camino). Prácticamente retirado a sus 30 años, en enero de 2009 ficha por el modesto Lourdes de la Tercera División navarra, ya con el único objetivo de entretenerse con los amigos.

Carlos Marchena: uno de los 3 campeones sub'20 que formaron parte de la selección campeona de Europa en 2008. Marchena era un producto de la cantera sevillista que ya estaba asentado en el primer equipo de Nervión cuando llegó el Mundial de Nigeria. Esa temporada lograría con el Sevilla el ascenso a Primera, donde siguió siendo uno de los puntales de un equipo que no pudo mantener la categoría. En 2001 pasó al Benfica portugués, donde siguió su progresión, y al año siguiente entró en la operación de compra del esloveno Zahovic, lo que le llevó a Valencia. Ese mismo verano debuta con la selección absoluta en el primer partido de Iñaki Sáez al frente del combinado nacional. Con Benítez en el banquillo y Ayala y Pellegrino como centrales titulares, muchas de sus apariciones con el Valencia se producen como mediocentro defensivo y, aunque no goza de demasiados minutos, contribuye al logro del título de Liga. Desde entonces se va haciendo un fijo en su club, con el que gana otra liga y una UEFA, y en la selección, con la que disputa las Eurocopas de 2004 y 2008 y el Mundial de 2006. A comienzos de la 2006-2007 Quique Sánchez Flores le relega a un segundo plano al confiar en Raúl Albiol, pero la polivalencia del sevillano y su carácter luchador hacen que siga disfrutando de minutos, más aún cuando la llegada de Ronald Koeman aparta a Albelda del equipo y le concede a Marchena el brazalete de capitán, que mantiene después de la marcha del holandés y del regreso al grupo de Albelda. Discutido por muchos por su agresividad, no cabe duda de que en Austria calló muchas bocas.


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con Marchena, a mi es un jugador que me encanta, que esté siempre en mi equipo y no en el contrario, lo que pasa que nunca ha tenido mucha prensa. El resto excelente, joder que trabajo de documentación, Jusué,Bermudo,Pablo, ya casi ni me acordaba de ellos, a bermudo lo recuerdo en algún torneo de pretemporada con el Barsa, pero claro, salir adelante ahí es muy complicado.Saludos

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  2. Lo de Marchena es que es así, si es del rival lo odias pero si estuviera en tu equipo sería el ídolo, jeje. Los que más me han decepcionado han sido Jusué y Coira con bastante diferencia, porque en aquel Mundial estuvieron impresionantes, pero ya se sabe, a esas edades un poco de mala suerte, un poco de mala cabeza y adiós muy buenas. Bermudo era mucho más discreto que Coira, cumplía pero no destacaba, en cambio Coira era un torbellino en la banda, subía mucho y siempre con peligro.

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